viernes, 7 de agosto de 2009

Murphy, un tipo complicado

No había terminado de encender el cigarrillo, cuando el colectivó asomó por la esquina. Tras 25 minutos de larga espera no quedó otra que ponerme feliz, a pesar de que tuve que tirar el pucho sin siquiera darle una mísera pitada.
Fue en ese viaje cuando me plantée el porqué de esas cosas. ¿Por qué cuando me prendo un cigarrillo tiene que venir el colectivo? Si había esperado largos minutos sin prenderme ninguno por miedo a tener que tirarlo para subirme.
Repasando hechos recientes, me puse a pensar que suelen pasarme ese tipo de cosas. Sin ir más lejos, la semana pasada estuve más de dos horas buscando en mi cuarto un par de medias negras para jugar al fútbol. Jamás las encontré. Ayer, cuando me levanté, por abajo de la cama divisé un cacho de tela negra y dije: "no puede ser". Ahí estaban las muy desgraciadas, tiradas, sin que nadie les dé importancia. En ese momento no me servían para nada y maldije en todos los idiomas posibles por mi mala suerte. Las había encontrado cuando no las estaba buscando.
Tan profundos fueron mis pensamientos en ese viaje que plantée el tema en la comida de la noche. Mi tía Pocha, quien posee una capacidad de exageración admirable, me miró como sobrándome y me dijo: "Y claro, chiquito, eso se llama Ley de Murphy".
"¿Ley de Murphy? ¿De qué carajo me habla esta vieja? ¿Me va a decir que el hecho de que venga el colectivo cuando quiero disfrutar de un cigarrillo depende de una ley?...qué charlatana", pensé.
Cuando llegué a mi habitación caí en la cuenta de que ya era tarde y me tiré en la cama. Fue ahí cuando me acordé que tenía oral de Biología al otro día. "Ya fue, estudié para las anteriores cinco clases y nunca me tocó a mí", concluí antes de caer en un profundo sueño.
Al otro día, en el laboratorio de Biología, me encontraba sólo frente a la profesora, que me preguntaba sobre el citoplasma y el aparato de Golgi, dos términos completamente desconocidos para mí. Pero lejos estaba yo de pensar en eso. De mi cabeza no podía sacar la imagen de mi tía Pocha y su soberbia. Pero más aún estaba presente en mí la figura de una persona. "!Que tipo hijo de puta este Murphy eh!", reflexioné.

3 comentarios:

  1. Felicidades tío!!!
    Me gusta como escribís.
    Saludos.
    Flavia

    ResponderEliminar
  2. ¿Llegó el pulpito o se lo quedó Victoria? Si eso hace que sea de Vélez te hago otro :)

    ResponderEliminar
  3. entra a Taringa! jajaja y fijate que es la ley de Murphy
    que grande la tia Pocha!

    ResponderEliminar