miércoles, 28 de abril de 2010

De su propia medicina


Una de las características que más envidia despierta este Vélez de Ricardo Gareca es su recambio. Se dice que el equipo alternativo que el Tigre planta cada fin de semana por el torneo local podría, tranquilamente, ser un equipo titular para cualquiera de los otros planteles del fútbol argentino. Como si esto fuera poco, los resultados lo avalan. Los pibes de Vélez le dieron un paseo al candidato Independiente y vencieron a Banfield, Gimnasia y Tigre, aunque cayeron en partidos clave y se bajaron de la pelea del Clausura.
Lo que ayer ocurrió en el estadio Jalisco de Guadalajara fue a la inversa. Porque Vélez presentó a sus habituales titulares (exceptuando a Silva, lesionado) y su rival, Chivas, formó con un equipo plagado de juveniles, ya que cinco de sus habituales titulares se encuentran afectados a la selección de su país. ¿El resultado? Podría decirse que Gareca recibió de su propia medicina, ya que los juveniles mexicanos mostraron todas sus ganas y energía y terminaron pegando en los momentos justos para sentenciar un 3-0 que le complica y mucho las cosas a los argentinos pensando en la revancha.
Con un Omar Bravo implacable (tuvo 3 claras, metió dos goles y le hicieron un penal), Chivas aprovechó a la perfección las inexplicables fallas de la defensa de Vélez, que ayer parece haber tocado fondo en cuanto a rendimiento. Papa tuvo una clarita ni bien empezó el partido y luego se borró, nunca fue salida y mucho menos ayudó en defensa. Otamendi y Domínguez, la mejor dupla central del año pasado, nunca pudieron hacer pie y brindaron una inseguridad inusual. Fabian Cubero, emblema de este equipo, pegó más de lo que jugó y encima quedó enganchado para habilitar a Bravo en el segundo gol, cuando todos sus compañeros había tirado el achique.
Lo mejor de Vélez salió de los pies de Maxi Moralez y Juan Manuel Martínez, los únicos que buscaron siempre y pusieron contra las cuerdas a los mexicanos durante gran parte del segundo tiempo, hasta que el segundo gol terminase de liquidar las cosas.
Para el final, insólito error en la salida de Domínguez, Bravo quedó mano a mano con Montoya, que lo derribó y se fue expulsado, para colmo de males. Con los tres cambios hechos, el buzo se lo tuvo que poner Zapata, que poco pudo hacer para detener el penal que sellaría el resultado.
En fin, un partido más que olvidable para los de Liniers, que tendrán que hacer un click para dar vuelta en Buenos Aires una serie que tiene aroma a definida.

¿Qué más querés?


Reservó cinco de sus titulares (entre ellos Verón, Boselli y Sosa), erró un penal en el primer tiempo, jugó casi todo la segunda etapa con un hombre menos, reguló y bajó un cambio cuando los pulmones comenzaron a sentir el trajín del largo viaje. En fin, ¿Qué otra ventaja podría haberle dado Estudiantes al débil San Luis en el partido de ida por los octavos de final? A simple vista, ninguna. Sin embargo, quedó claro que este equipo mexicano no es el mismo que había pasado de ronda en la Copa pasada. Esta versión, por demás light, apenas tuvo resto para inquietar a Orion con algún que otro remate débil que ni cerca estuvo de hacer transpirar a los de La Plata.
Pero, más que nada, quedó claro que a Estudiantes le salen todas, y que no se debe a la suerte. Puntero en el Clausura, Alejandro Sabella decidió parar en cancha a un mix entre titulares y suplentes, y vaya si le salió bien. Porque Estudiantes demostró que no necesita de la inteligencia de Verón para manejar un partido. Que tampoco necesita de Boselli, porque aparece Leandro González y clava un derechazo impresionante que el arquero mexicano todavía debe estar soñando. En fin, un recambio envidiable y un resultado más que positivo pensando en la revancha de la semana que viene en el estadio de Quilmes. Seguramente, allí estará nuevamente este mix de Sabella, dispuesto a demostrar que Estudiantes es un equipo en serio, que juega y gana a lo Estudiantes. Para Angelito que lo mira por TV...

viernes, 23 de abril de 2010

Hay que ganarle a todos


La frase, tan trillada como cierta, es perfectamente aplicable a los complicados choques que tendrán que afrontar los tres equipos argentinos en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El último campeón Estudiantes es, de los tres, el que más sonrío al conocer los cruces, porque su rival será San Luis de Potosí, equipo que marcha último en su grupo del Torneo mexicano y es un conjunto visiblemente inferior a los de Sabella. Claro que, el principal obstáculo que deberá afrontar el equipo argentino es el largo viaje hasta Potosí, hacia donde partirán el domingo por la mañana. La revancha será en el estadio de Quilmes dentro de dos semanas.
Vélez Sarsfield no corrió con la misma suerte y en octavos se las tendrá que ver con el duro equipo de Chivas de Guadalajara. Los mexicanos, a diferencia de sus compatriotas de San Luis, están primeros en el Torneo local y son los principales candidatos al título, por lo que el conjunto de Gareca deberá hacer las cosas bien si es que quiere continuar con vida en la Copa. El primer partido será en tierras aztecas, hacia donde el Fortín viajará el sábado por la mañana, mientras que la revancha será en el estadio José Amalfitani.
Por último, Banfield, que clasificó segundo en su grupo, se verá las caras con otro cuco: Internacional de Porto Alegre. El equipo conducido por el argentino Jorge Fossati y en el que militan Roberto Abbondanzieri, Pablo Guiñazú y Andrés D´alessandro, fue el único clasificado de su grupo y cerró su exitosa participación en la primera fase con una goleada ante Deportivo Quito. Para colmo, el Taladro tendrá que definir la serie en Porto Alegre, por lo que deberá asegurarse una buena ventaja cuando sea local la próxima semana en el Florencio Sola.
Sin embargo, el duelo que se lleva todas las miradas del continente es, sin dudas, el que enfrentará a dos potencias: Corinthians y Flamengo. El Timao fue el mejor equipo de la fase de grupos y llega invicto, con Roberto Carlos y Ronaldo como figuras. Enfrente, Adriano y compañía buscarán cortar con la racha y dar el batacazo.

Aquí, todos los cruces de octavos:

Corinthians (BRA) - Flamengo (BRA)
San Pablo (BRA) - Universitario (PER)
Estudiantes (ARG) - San Luís (MEX)
Vélez Sarsfield (ARG) - Chivas (MEX)
Libertad (PAR) - Once Caldas (COL)
Internacional (BRA) - Banfield (ARG)
Nacional (URU) - Cruzeiro (BRA)
Universidad de Chile (CHI) - Alianza Lima (PER)

jueves, 22 de abril de 2010

Me tomo 45 minutos...


Presionado, obligado, impreciso por demás. Así encaró Banfield el partido frente al eliminado Deportivo Cuenca, en el que necesitaba sí o sí una victoria para clasificar a octavos. Por eso, el primer tiempo fue un concierto de errores, en donde al equipo de Falcioni no se le cayó una idea para vulnerar el arco de los ecuatorianos, que vinieron a Buenos Aires sólo para cumplir con el fixture.
Vaya a saber uno que les habrá dicho Julio César a sus jugadores en el vestuario, lo cierto es que el segundo tiempo fue otro partido. Porque Banfield salió decidido a hacer valer su localía y comenzó a llevarse por delante a su rival, de la mano, una vez más, de Walter Erviti, que no se cansa de ponerse el equipo al hombro y hacer jugar a sus compañeros. Dos de Tito Ramírez, uno del propio Erviti y la frutilla del postre de Luchetti, que volvió a convertir de penal, le pusieron el moño a una goleada que necesitó sólo 45 minutos para consumarse.
De esta forma, el Taladro se clasificó segundo de su grupo, detrás del Nacional uruguayo y tendrá que esperar hasta esta noche para conocer su rival, entre un amplio abanico de posibilidades, hasta la de un posible choque con Estudiantes o Vélez. Claro que, de darse alguno de esos cruces, Banfield no se podrá dar el lujo de regalar un tiempo nuevamente, porque no todos los equipos de la Copa son Deportivo Cuenca...

¿Paró de llover?



Los primeros 23 minutos se habían jugado bajo una lluvia torrencial, que hacía imposible el desarrollo normal del juego. En ese lapso, abundaron las imprecisiones, los errores, las chapoteadas y un penal que Jorge De Olivera le tapó a José Luis Rodríguez. Ayer, los 67 minutos restantes se disputaron con un buen clima y la cancha llena, sin embargo, Atlético Tucumán continuó jugando como si hubiese un diluvio que no dejaba ver la cancha. Imprecisiones por doquier, escasas chances de gol y fallas en la defensa del Decano le permitieron a Racing sumar su segunda victoria al hilo (es noticia) y salir de la zona de promoción.
Es cierto, Racing no es una maquinita, ni mucho menos. Pero tanto el Domingo contra Vélez como en el partido de ayer demostró que no da nada por perdido y que va a ser difícil voltearlo.
Para Atlético, la derrota en uno de los partidos clave que le quedaba es casi una sentencia: si no gana los cuatro cotejos que le quedan, volverá al Nacional "B". Por lo pronto, el fin de semana recibe nada menos que a Rosario Central, otro de los rivales directos, y deberá ganar o ganar para mantener el sueño. Por su parte, Racing recibirá a Banfield y buscará una victoria que lo aleje aún más de la zona roja, esa en la que nadie quiere caer.

miércoles, 21 de abril de 2010

¡Pinchame!


Aquellos a quienes los venció el sueño y se quedaron dormidos durante el partido de ayer entre Estudiantes y Alianza Lima seguramente no podrán creer la portada de los diarios de hoy. Aquellos que miraron el partido hasta el minuto 90, tampoco. Pero claro, seguramente no habrán tenido en cuenta que el Pincha siempre tiene un as en la manga. Y anoche, cuando la cosa venía complicada en serio, ese as salió a la luz a los ¡48 minutos del segundo tiempo!
El equipo peruano del argentino Gustavo Costas es un equipo prolijo, que sabe a lo que juega y que vino a Buenos Aires en busca de los tres puntos que le aseguren el primer lugar del grupo 3. Enfrente, el Estudiantes de Sabella se mostró llamativamente impreciso y nunca logró hacer pie en el partido, algo poco común en uno de los mejores conjuntos del continente. Así las cosas, Alianza Lima tuvo un par de chances para llevarse la victoria, pero su falta de precisión hacía suponer que todo iba a quedar en tablas.
Pero claro, apareció la famosa mística del campeón. Apareció una falta, una expulsión, un centro, una mano, un penal, una atajada, un rebote, un gol y el delirio. Todo, en dos minutos. Verón marró el tiro desde los doce pasos pero fue rápido para agarrar el rebote y no dudó. A segundos del final, Estudiantes se llevó tres puntos impensados por el complicado desarrollo del partido.
De esta forma, el equipo de La Plata es actualmente el mejor de los primeros clasificados, con 13 puntos y una buena diferencia de gol, lo que hace suponer que su rival de octavos saldrá de alguno de los equipos mexicanos que ingresan a la Copa en esta instancia, San Luis de Potosí o Chivas de Guadalajara.
Seguramente poco les importará el rival a los de Sabella, porque saben que, venga quien venga, ellos siempre tienen un as en la manga.


lunes, 19 de abril de 2010

Fernando Nava...más


Uno más y van...ocho.
Fernando Navas se convirtió en el octavo entrenador que deja su cargo en lo que va del Torneo Clausura, una cifra escalofriante. De esta forma, se suma a la larga lista negra de técnicos que dejaron de trabajar este año: Osvaldo Sosa de Atlético Tucumán, Claudio Vivas de Racing, Ariel Cuffaro Russo de Rosario Central, Diego Simeone de San Lorenzo, Abel Alves de Boca, Leonardo Astrada de Ríver y, vaya paradoja, Fernando Gamboa, también del Funebrero.
El ex jugador de Boca, que debutaba como técnico, duró sólo cinco partidos al frente de Chacarita, en los que sólo consiguió una victoria, en su debut, frente a Boca por 4 a 1. Luego, la sucesión de derrotas comenzó a hacer mecha en los hinchas, quienes habían apretado al plantel luego de la última caída frente a Lanús. Luego del exabrupto, Navas presentó su renuncia ante las autoridades funebreras, pero no fueron aceptadas y todo hacía suponer que iba a quedarse, por lo menos, hasta el final del Torneo. Hasta habría habido un ofrecimiento de la dirigencia de que se quede incluso si el equipo descendía.
Pero todo cambió luego de la dolorosa y decisiva derrota de Chaca ante Atlético Tucumán el pasado sábado. Los dirigentes le habrían entregado a Navas una lista de jugadores que había que limpiar y el entrenador se negó a hacerlo rotundamente, lo que lo obligó a dar un paso al costado y dejar al club de San Martín en el peor panorama posible: casi descendido, en plena crisis futbolística, caos institucional, lío con la hinchada y sin entrenador. Más oscuro, echale petróleo...

Se la saben de memoria


Cada vez hace más honor a su nombre. Estudiantes de La Plata parece tener sabida a la perfección la receta del éxito. Es que a su casi seguro pasaje a los octavos de final de la Copa Libertadores, ahora le agregó nada menos que la punta del Campeonato, acumulando su tercer victoria al hilo y su octavo partido sin conocer la derrota y se afirma como uno de los principales candidatos a quedarse con este disputado Clausura.
Con jugadores que parecen no sentir el cansancio de jugar dos torneos a la vez, el Pincha se sacó de encima al molesto Tigre de Caruso Lombardi y definitivamente dejó asentado que mira ambas competiciones con la misma sed de gloria.
De esta forma, es imposible vaticinar hasta dónde podrá llegar el conjunto de Sabella, pero lo que sí es seguro es que parece tener pila para rato. José Sosa pide a gritos viajar a Sudáfrica, Verón se hace gigante con la albirroja puesta, el Chapu Braña parece tener 5 piernas porque no se cansa de correr.
En fín, todos alumnos ejemplares, que continúan dando lecciones e incorporando hojas al manual del éxito asegurado.

Tiro de Gracián


Seguramente, de cien veces que intente, entrará sólo una. Pero si esa que entra es el momento justo, en el lugar indicado y contra el rival que tiene que ser, el plus es gigante. Leandro Gracián clavó un zapatazo desde mitad del campo que se coló por encima del distraído Luchetti y volvió a abrir un partido que se había cerrado dos minutos antes, con el gol del empate de Rubén Ramírez. De esta forma, Independiente ganó uno de esos partidos que hay que ganar para ser campeón y se subió nuevamente a lo más alto de la tabla.
"Independiente está para salir campeón", declaró el Tolo Gallego, embalentonado después del partido y continúa siendo el principal inflador de confianza para su plantel. Es que el Rojo venía en picada y parecía no tener reacción, pero este triunfo alza más que nunca la confianza de los hinchas y simpatizantes del Diablo.
Como para no perder la costumbre, la figura del equipo fue nuevamente Adrian Gabbarini, clave para mantener la ventaja y con cada vez más méritos para que Maradona lo lleve como tercer arquero a Sudáfrica.
Volvió el juego, volvió el triunfo, volvió el Rojo ¿Volvió la suerte? Y, un poquito sí. El tiro de Gracian esta vez jugó para el Tolo.

domingo, 18 de abril de 2010

Se vienen las caretas


Y sí, nuevamente el hincha de Ríver, agobiado por tantas pálidas y en busca de algún nuevo ídolo que saque al club de la debacle en la que se encuentra, ovaciona y se rinde a los pies del debutante, de aquel que con simples declaraciones ya se metió en el bolsillo a la hinchada (cualquier parecido con el debut de Fabbiani y las máscaras de Schrek es pura coincidencia). Esta vez, el ídolo de turno fue Angel Cappa.
Para alimentar aún más la temprana idolatría, el equipo volvió a mostrar signos vitales, nada menos que ante el, hasta ayer, puntero del Clausura, un Godoy Cruz que arrancó ganando pero al que le costó mantener la ventaja y se quedó sin nada. Enfrente, el ¿nuevo? Ríver de Cappa mostró actitud para darlo vuelta, algunos pasajes de buen juego y contó la lucidez de un Ortega que fue determinante para el resultado final. Además, jugadores que no venían rindiendo se sacaron la mufa y volvieron a lucirse, como Ferrari, que anotó el gol de la victoria, y el chico Pereyra, que se mostró muy suelto y redondeó una actuación mas que promisoria.
Pero sin dudas, la mejor noticia para el hincha tiene que ser la vuelta de un crack. Diego Buonanotte ingresó a los 12 del segundo tiempo y mostró pinceladas de su calidad, a poco menos de cumplirse 5 meses del fatal accidente que protagonizó y en el que murieron tres de sus amigos.
Así las cosas, el debut de Cappa no podía ser mejor. Victoria, buen juego, el retorno de Buonanotte, idolatría de la gente y pura felicidad. Para la próxima, se esperarán las caretas de Angelito en las caras de una hinchada que busca, desesperadamente, alguien a quien idolatrar.

viernes, 16 de abril de 2010

El Rey siempre está


El título de Rey es uno de los pocos cargos de la Nobleza que es vitalicio, es decir que quien lo obtiene goza de él hasta el día de su muerte. Quizás esto explique la actuación de David Nalbandian esta semana en el Masters 1000 de Montecarlo, uno de los torneos más importantes del circuito sobre polvo de ladrillo. Porque David, a fuerza de buen juego y mucha voluntad, volvió a demostrar que está a la altura de los tenistas más importantes y que la grave lesión que sufrió en su cadera es cosa del pasado.
Si bien todavía pueden verse en su juego resabios de su lesión, el unquillense alcanzó los cuartos de final del torneo monegasco, donde cayó sin atenuantes por 6-2 y 6-3 nada menos que ante el nº2 del mundo, el serbio Novak Djokovic. En el camino, Nalbandian cosechó grandes actuaciones y una resonante victoria en octavos frente al español Tommy Robredo, un especialista en arcilla, a quien borró de la cancha por 6-3 y 6-4.
Lo cierto es que el Rey está de vuelta. Ya lo había demostrado en abril en tierras suecas, cuando en su primer contacto con una raqueta luego de la extensa recuperación, condujo al equipo argentino a una histórica victoria frente a los locales en un ambiente por demás hostil. Ahora, en su vuelta a los torneos grandes, Nalbandian demostró que está para pelearle a cualquiera. Con su actuación, subirá 25 puestos y a partir del lunes será el 125º del mundo. Cuidate Roger, el Rey viene marchando...

Terceros afuera


Cuesta ilustrar el partido de ayer en el que Lanús quedó eliminado de la Copa Libertadores, al empatar 0 a 0 frente a Universitario de Perú y quedar en el tercer lugar de su grupo. Y no cuesta por el resultado en sí, sino por la forma en la que el equipo argentino asimiló ese empate-derrota. Consumado el encuentro, varios jugadores del Grana se la agarraron contra todo peruano que se le pase cerca, como si ellos fueran los culpables de la eliminación de un equipo que nunca logró hacer pie en el grupo. Un equipo que no fue tal en ninguno de los partidos de esta fase y que si llegó con chances de clasificar a la última fecha fue únicamente porque la ineficacia de sus rivales se lo permitió.
Pero más allá del fútbol, Lanús debe repasar su imagen final, la del tumulto, la de las piñas y agresiones por doquier. Sobre todo porque no es novedad, ya que 13 años atrás en la final de la Copa Conmebol con Atlético Mineiro en el mismo estadio había pasado exactamente lo mismo. Y la verdad es que es una lástima que un equipo que supo ganarse su lugar en Argentina, que está considerado como uno de los mejores del país en la actualidad, termine de esta forma. Este hecho no hace quedar bien ni al propio club ni al país y es una semillita más que hará crecer la pésima imagen que tenemos los argentinos ante el continente y el mundo.
El fútbol es un deporte para hombres que demuestran su valentía dentro de la cancha, pero que también saben agachar la cabeza cuando las cosas no salen del todo bien. Simple concepto, que los jugadores no parecen entender.

Acá estoy yo



Le costó más de lo esperado, es verdad. No jugó para nada bien, es cierto. También es real que el rival de turno fue un equipo apático, de mediocre para abajo, para el cual disputar la Copa ya fue todo un premio. Pero, ¿Quién le quita lo bailado a este Vélez? Volvió a convertir después de 476 minutos, se floreó ante su gente con cuatro goles que podrían haber sido ocho si los de Gareca se lo proponían, terminó primero en un grupo complicado, que compartió nada más ni nada menos que con el subcampeón Cruzeiro y con el siempre complicado Colo-Colo y alcanzó los octavos de final ganando los tres partidos en su casa, algo vital para esta competición.
Otra sonrisa para los fortineros fue la vuelta al gol del resistido Hernán Rodrigo López, que pasa del murmullo reprobatorio a la ovación desmedida en cuestión de segundos.
Mucho tendrá que trabajar Ricardo Gareca para que la defensa vuelva a tener el nivel que deslumbró en el Clausura 09, para que el mediocampo (excepto Zapata) vuelva a hacerse fuerte y tener esa mezcla de garra y juego tan característica del equipo de Liniers. Finalmente, el Tigre tendrá que recuperar soldados en la delantera y ver qué atacantes están mejor entre el frondoso menú que tiene entre sus filas (Silva, López, Martínez, Zárate, Caruso y Cristaldo).
Lo cierto es que, más allá de no haber recuperado su juego, Vélez consiguió el primer objetivo del año y con creces. El sueño de sus hinchas de conseguir su segunda Copa Libertadores en el año de su Centenario está más vigente que nunca. Que no los despierten...

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Qué Bicho te picó?


Seguramente, una vaquita de San Antonio, o algún otro que traiga la buena suerte. Lo cierto es que el Argentinos de Borghi, calladito, alcanzó la cima de un Clausura que promete un final tan abierto como emocionante.
Con la victoria ante Colón en el Diego Armando Maradona (convertido en una especie de fortaleza), los de La Paternal sumaron su 8va victoria en el torneo y ratificaron el muy buen fútbol que vienen desplegando fecha tras fecha.
Con un Peric que parece haberse asentado en el arco (tapó un penal), con una de las mejores (sino la mejor) defensa del torneo, con un Ortigoza que es tán combativo como lírico y con cuatro delanteros que andan más que derechos (Coria, Sosa, Calderón y Pavlovich), el Bicho parece tener sobrados méritos para aspirar a la consagración.
Finalmente, la sobriedad de Claudio Borghi, tanto al dirigir como al declarar ante los periodistas, deja a las claras que está al frente de un proyecto serio, que arrancó con altibajos pero que parece haber encontrado su cauce. Porque Argentinos juega cada vez mejor. Porque ya mira a todos desde arriba. Porque por fin parece que aparecieron los Globetrotters de La Paternal...

martes, 13 de abril de 2010

Quiero reTurco



Parecía no tenerla fácil el Godoy Cruz de Omar Asad ante un Tigre que venía en plena levantada fubolística, pero ante una multitud que acompañó al equipo a pesar de la rareza del día y horario, los mendocinos se destaparon una goleada histórica por 6 a 2 y le arrebataron la punta del torneo a Independiente.
¿Quién lo iba a decir? Este equipo ascendió hace un par de temporadas y lo único que hizo desde su arribo a la máxima categoría fue sorprender. Primero de la mano de Diego Cocca, que le dio una identidad de juego e impuso una forma de jugar que no abunda en el fútbol argentino y menos para un equipo de los de abajo. Desde ese momento, el Tomba comenzó a ser mirado de otra manera.
Ni hablar desde que llegó Omar Asad a la conducción técnica. Sin experiencia como entrenador de un plantel profesional (dirigió a las inferiores de Vélez), el Turco aceptó el desafío de comandar un equipo que necesitaba consolidarse en Primera nuevamente. Y vaya si cumplió el objetivo. Su conjunto es la sensación del Clausura y hace rato dejó de ser una revelación, para pasar a ser un serio candidato al título. Un equipo que juega, pone y tiene una actitud envidiable. Nadie es más que nadie y todos ponen por igual.
La manchita del día: la absurda pelea que protagonizaron el propio Asad y Caruso Lombardi, en la que se dijeron cosas fuertes e intercambiaron gestos ampulosos, algo que no debe dejarse pasar.

lunes, 12 de abril de 2010

Panorama Negro *

Y...se veía venir.
Si bien sería pecar de ignorante adjudicarle la culpa del alarmante momento que vive Ríver, Leonardo Astrada no pudo doblar un timón que parece trabado y destinado al abismo y terminó por renunciar ayer, luego del empate frente a Atlético en Tucumán.
¿Cuál fue la causa de la renuncia? Aunque la respuesta parezca obvia, no fueron los 465 minutos sin hacer goles, la impaciencia de la gente ni el bajo nivel de juego lo que hizo que el Negro dé un paso al costado, sino un llamado de Daniel Passarella apenas finalizado el partido, en el que el Kaiser le mostró su descontento con el funcionamiento del equipo. Astrada, quien siempre contó con el apoyo y la confianza de Passarella, se sintió desprotegido entre tantas pálidas y dijo adiós, sumando un nuevo problema a la marea de conflictos que tiene Ríver y dejando al equipo sin técnico a cinco fechas de la finalización del torneo.
¿Reemplazos? Suenan Angel Cappa y Ramón Díaz, aunque es algo prematuro hablar de nombres.
Lo cierto es que este alicaído Ríver tiene un nuevo motivo para preocuparse, porque cuesta creer que un interinato pueda cambiar en algo el funcionamiento de un equipo que no tiene identidad y que tiene una carencia de gol importantísima. En definitiva, Ríver continúa navegando en su mar de tempestades y encima ahora lo hace sin capitán, cada vez más a la deriva.

*Cabe destacar que esta crónica fue escrita apenas sabida la noticia de que Astrada no era más el DT de Ríver. Horas después, se supo que el llamado de Passarella no fue sólo para mostrar su disgusto, sino que también sirvió para comunicarle a Astrada que sería destituído de la dirección técnica del club.

Ceros a la izquierda


El de ayer no fue un domingo más. En primer lugar, porque se jugaron sólo tres partidos de una fecha por demás rara, en la que, por ejemplo, va a haber un partido un lunes a las 2 de la tarde. Pero lo excepcional de ayer no radicó sólo en la cantidad de partidos, sino en el hecho de que en ninguno de los tres cotejos se gritó un gol. Ni en Lanús, ni en Liniers, ni en Tucumán. En definitiva, un domingo virgen.
El primer turno fue para Lanús y Central, en donde los arqueros Marchesín y Galíndez tuvieron mucho que ver para que se mantenga el cero. El partido fue entretenido y los dos tuvieron chances de abrir el marcador, aunque quizás fue el local el que mereció algo más. Es por esto que el punto vino muy bien en Rosario, sobre todo por la derrota de Gimnasia ante Huracán, pensando en la tabla de los promedios.
En segundo lugar, Vélez y Banfield salieron a la cancha con promesa de buen fútbol y goles, teniendo en cuenta que son los dos últimos campeones argentinos. Claro que, lejos están ambos de parecerse a lo que fueron, porque Vélez presentó un equipo verde, repleto de juveniles que juegan lindo pero que todavía les falta y Banfield comenzó a sentir el trajín de jugar Copa y Clausura y acusó un cansancio lógico. Conclusión: Pocas llegadas, muchas impresiciones y un cero grande, enorme.
Para el final, ¿Qué se podía esperar de Atlético Tucumán y de Ríver? Uno, último en la tabla de posiciones y en la de promedios, sin siquiera una victoria en el torneo y con un pie en la B Nacional. El otro, en plena crisis, con jugadores en un nivel bajísimo y con 465 minutos sin convertir un gol. Y sí, 0 a 0, señores. Ariel Ortega tuvo la chance de torcer la historia de un domingo pálido, pero falló dos goles que en otro momento hubiese hecho de taquito y a otra cosa.
Esperemos que el lunes llene los huecos que dejó un domingo en el cual las redes estuvieron de más.

viernes, 9 de abril de 2010

Por el suelo


La imagen de la patada criminal del colombiano Bonilla a Facundo Bertoglio ilustra claramente el presente y el futuro de Boca Juniors: impotente, oscuro y abajo, muy abajo.
Abel Alves había dicho que irían con la cabeza alta a ganar a Santa Fe, pero quince minutos antes de empezar el partido se le ocurrió decirle a Javier García que no sería titular y estalló la debacle: bronca, insultos por parte del arquero, internas en pleno vestuario, papelón dentro del campo, goleada en contra y renuncia del DT en plena madrugada.
Los tres cachetazos que recibió ayer el conjunto de la Ribera demuestran que lo de Boca no es una crisis más. Sólo 11 puntos sobre 39 en juego, ante último en la tabla de posiciones, sin técnico, dirigentes que no pegan una y jugadores que muestran un nivel paupérrimo hacen pensar que a Boca le va a costar y mucho salir de este caos en el que está inmerso.
Para peor, la dirigencia quiere que Guillermo Barros Schelotto se haga cargo del plantel como solución a los problemas, sin contar que eso implicaría la posible salida de un referente como Juan Román Riquelme, a quien el Mellizo ya se sabe que no tendría en cuenta. En fin, la solución inmediata propuesta por Ameal y compañía no haría más que traer un nuevo problema al vapuleado mundo Boca.
Finalmente están los hinchas, que si bien no insultan a coro a sus jugadores como sus primos de Ríver, están llegando al límite de su paciencia y ya no se bancarán más papelones como el de ayer.
Seguramente, la mayoría de ellos estará pensando: "Volvé, Basile, te perdonamos".

jueves, 8 de abril de 2010

¿Te acordás cómo era?


Ya no se habla de jugar bien. Muchos menos de ganar. Este sorprendente (para mal, obvio) Ríver hace cuatro fechas que no convierte un gol. Y lo que es peor, tampoco está cerca de hacerlo.
El tibio Newell´s que visitó ayer el Monumental se hubiese comido 3 o 4 goles si el Ríver que lo recibió hubiese sido el de un par de años atrás. Pero claro, este Ríver ya no está para golear, si ni siquiera logra llegar con peligro al arco rival.
Con muy poco, el equipo rosarino alcanzó la ventaja gracias a una increíble carambola en el área local, que dejó bien en claro que ni los astros están del lado de los de Nuñez. La vuelta de Ortega apaciguó un poco los ánimos de los hinchas, que lo ovacionaron y tuvieron varios deja vú cuando el Burro ensayó alguno de esos amagues suyos tan característicos. En la primera parte, él fue quien contagió al equipo, jugó e hizo jugar. Pero todo quedó ahí. En la segunda, con Ortega fundido, Ríver se desarmó y la victoria de Newell´s nunca corrió peligro.
Para el final, lo de siempre, jugadores cabizbajos, insultos y cantos amenazantes contra el plantel y el cuerpo técnico, excepto para el Burro, claro. Ese mismo plantel y, sobre todo, el cuerpo técnico y los dirigentes, deberán por fin aceptar que Ríver está en una debacle que parece no tener fin. Ellos serán los encargados de ponérselo, o esperar que el desenlace sea el peor, el inimaginable panorama de ver a Ríver jugando en la "B" Nacional.

Se las vio negras


Oscura, bien oscura. Así fue la tarde para Independiente, que perdió en La Plata contra Gimnasia, cortó una racha de seis partidos invicto y hoy puede ser alcanzado en la punta por Godoy Cruz. Y fue oscura por varios motivos.
El primero fue que su verdugo fue el moreno Marco Pérez, que volvió locos a los defensores de rojo y se anotó con un doblete en su tarde soñada. Fue oscura porque Gabbarini, la figura del equipo y del torneo, no mostró la seguridad a la que nos tenía acostumbrados y el equipo lo sintió. También fue oscura porque la defensa no pudo hacer pie en ningún momento, porque Tuzzió todavía debe estar desatándose las piernas de los amagues del colombiano y porque Mareque falló en el peor momento y sirvió el segundo gol en bandeja.
Oscura también porque al mediocampo le faltó marca y también le faltó juego. Porque Fredes jugó un muy mal partido, porque Acevedo sólo no puede y porque Piatti es pura irregularidad.
Finalmente, la oscuridad se vio reflejada también en la delantera. El trío Gandín-Silvera-Nuñez (ingresó en el ST) no gravitó en ningún momento y el Tolo tendrá que rever varias cosas para la recta final del torneo, porque jugando así es difícil pensar que un equipo pueda campeonar.
Esta vez, en la oscuridad de La Plata, ni la suerte lo acompañó.

lunes, 5 de abril de 2010

Para el Turco no hay neblina


El pitazo sonó y la victoria de su equipo era un hecho. Trabajada, costosa y demasiado importante. Sus jugadores, abrazados en la mitad de la cancha, desbordaban de felicidad. Pero él no pudo contenerse y rompió en llanto. Esos llantos que sólo los hombres pueden brindar.
Omar Andrés Asad asumió la dirección técnica de Godoy Cruz con un único objetivo: evitar el descenso y la promoción. Hoy, con 12 fechas disputadas, ese mismo equipo que fue armado para salir de la zona roja es el único escolta del puntero Independiente.
Pero la victoria de ayer no fue una más para el ex delantero. Porque enfrente estaba Vélez, su Vélez. Ese club en el que se formó, debutó y se consagró como jugador. Aquel mismo que le abrió las puertas para dirigir a sus divisiones inferiores cuando, tempranamente, su rodilla dijo basta y no pudo jugar más. Ese club que lo llevó a la gloria en 1994, cuando un gol suyo en la final ante el poderoso Milan le dio el título Intercontinental, máximo logro de la institución y envidia de muchos.
Por eso las lágrimas. Por eso la emoción, o mejor dicho, la mezcla de emociones. Por un lado, la tristeza de vencer al club de sus amores, por el otro, la inmensa alegría de mantenerse ahí, pisándole los talones al equipo del Tolo Gallego. Porque Godoy Cruz ya dejó de ser una revelación para pasar a ser un equipo en serio, que mete cuando tiene que meter, juega cuando tiene que jugar y regula cuando tiene que hacerlo. Por todos estos motivos, la gente tiene con qué ilusionarse.
Claro que, más allá de todos los méritos que pueda hacer el equipo mendocino, arriba tiene a un conjunto que parece no querer dar el brazo a torcer. No juega lindo, es cierto. No deslumbra, es verdad. Pero es sólido, muy sólido. Y muchas veces parece que hacerle un gol es una tarea imposible. Porque tiene al mejor arquero y jugador del torneo, Adrian Gabbarini, que una vez más demostró toda su capacidad cerrando su arco cuando Arsenal se venía con todo. Porque si se lesiona una de sus figuras, como Darío Gandín, aparece Leonel Nuñez y clava un zapatazo descomunal que termina por sentenciar el partido. Y también porque tiene a un técnico que, más allá del show mediático que suele brindar fecha tras fecha, sabe lo que hace y tiene en sus espaldas el respaldo de todos los títulos que obtuvo como entrenador.

Destino incierto

Ahí sale Facundo Cabral, que volvió a la titularidad hace un par de fechas pero que mantiene el flojísimo nivel que le costó la misma.
Ahí se va Daniel Vega, que venía siendo el más parejito de un paupérrimo equipo, con la cabeza gacha sabiendo que podría haber retenido o tirado al corner la pelota del gol.
Ahí se va Matías Almeyda, viejo guerrero, con la sensación de que no puede hacer nada más para torcer la historia.
Ahí se van también Rogelio Funes Mori, Roberto Pereyra y Matías Affranchino, maldiciendo porque les tocó debutar y foguearse en uno de los peores momentos (sino el peor) de la institución de Ríver.
Allá se va el Keko Villalba, a quien le habían calzado la pilcha de crack, pero le quedó tan grande que se la sacó al instante.
Por allá se retira Matías Abelairas, eterno resistido por los hinchas, que nunca se despegó del mote de "buen pegador" para pasar al de "buen jugador".
También está ahí Juan Manuel Díaz, a quien la vida le sonreía hace escasos meses cuando jugaba en uno de los mejores equipos del país y era pieza clave de su funcionamiento. Hoy en día, es un 3 con mas errores que aciertos.
Ahí se van Hernán Díaz y Leonardo Astrada, nuevamente liderando a un equipo envuelto en silbidos, insultos y abucheos. Un equipo que no brinda absolutamente nada dentro del campo de juego. Equipo, bah...un grupo de jugadores que parece no entender la institución a la que están representando.
Ahí va Ríver. ¿Hacia dónde? Nadie lo sabe.

Salida de emergencia


¿Quién tendrá la llave para abrir la puerta de salida de esta profunda crisis que hoy vive Boca?
Se confió en Bianchi, prócer como entrenador en la última década, pero que como Manager no tuvo la misma suerte y se fue sin pena ni gloria.
Se creyó en Alves, eterno técnico interino del club, que tuvo la confianza de los dirigentes para agarrar el fierro caliente que dejó la salida de Basile, pero que hoy, 4 meses después de su asunción, está más afuera que adentro.
El salvador sería entonces Martín Palermo, que con 218 goles está a sólo uno de convertirse en el máximo goleador histórico del club. Sin embargo, hace 5 fechas que no convierte y, sorpresivamente, es resistido por una parte de la dirigencia boquense y hasta se habla de una posible partida.
¿Riquelme? Está en un nivel bajísimo, como pocas veces se lo vio. Prueba de esto, ayer se fue expulsado por 3era vez en su carrera, por exceso verbal contra el árbitro Furchi.
Pura impotencia. Sólo eso parece ser hoy Boca Juniors. Un club que, mientras sigue buscando salvadores que no aparecen, continúa pasando vergüenza en la cancha y ya está ante último en la tabla de posiciones. Menos mal que Atlético Tucumán le está dando una mano y no suma puntos, sino...

jueves, 1 de abril de 2010

Que se vengan los chicos...

No es novedad decir que la Copa Libertadores es el torneo más importante a nivel continental y que cada equipo que hace los méritos suficientes para jugarla, automáticamente la pone como prioridad número uno.
Sorpresivamente (o no tanto después de ver la actual tabla del Clausura), ninguno de los llamados equipos "grandes" del fútbol argentino logró clasificar a esta edición, en la que el país está representado por cuatro equipos del lote de los "chicos".
Vélez, Estudiantes, Lanús y Banfield se encuentran disputando la Copa por diferentes motivos. El primero fue campeón del Clausura 09 y fue el mejor en la tabla general del año pasado. Estudiantes es nada menos que el campeón de la edición anterior, en la que venció en la final al Cruzeiro de Brasil. Por su parte, Lanús y Banfield también se ganaron su pasaje por haberse consagrado en el Apertura 08 y el Apertura 09, respectivamente.
Lo cierto es que, disputados 5 partidos de la fase de grupos, los cuatro equipos que representan al país mantienen, en mayor o menor medida, serias chances de avanzar a la fase de playoffs. A saber: Vélez y Estudiantes, a esta altura dos serios candidatos al título, tienen 10 puntos y ya están casi adentro. El equipo de Gareca, que ayer perdió el invicto en Brasil frente a Cruzeiro, necesita sólo un empate como local frente al modesto Deportivo Italia para pasar, aunque deberá hacer algo más que eso si quiere quedar mejor clasificado y así poder definir las futuras series de local. Por su parte, los de Sabella definirán mano a mano el primer puesto del grupo frente a Alianza Lima en La Plata. De ganar, sumarán 13 puntos y nadie los podrá alcanzar.
Otro situación tiene Banfield, que ayer consiguió en México y con tiempo cumplido un importantísimo empate que le permitió llegar a 8 puntos, lo mismo que Nacional de Uruguay, aunque con un partido menos. Es por esto que, en el último partido, los de Falcioni deberán ganarle a Deportivo Cuenca (a quien ya golearon en Ecuador) y esperar que los uruguayos pierdan algún punto en sus dos presentaciones para quedarse con el primer lugar. Sino, deberán rezar para ser uno de los 6 mejores segundos que pasan a octavos.
El que más complicado está es Lanús. Los de Zubeldía festejaron el punto obtenido ante Libertad en Paraguay pero tienen un panorama más complejo, ya que Universitario de Perú tiene un punto más y un partido menos, por lo que sólo pelearían por un segundo lugar. Ahí, su rival directo sería el equipo paraguayo, que tiene dos puntos más que el Granate pero que en la última fecha debe viajar a la altura de Bolivia para visitar a Blooming. Así, con una victoria como local ante Universitario y una derrota de Libertad en la última fecha, Lanús sumaría 10 puntos y quedaría segundo, esperando que ese puntaje le permita acceder a la próxima instancia.
Así las cosas, y con sólo una fecha por disputar, los chicos argentinos mantienen las esperanzas de seguir en carrera. Dicen que muchas veces, son los grandes quienes terminan aprendiendo más de los chicos que viceversa. El fútbol argentino, en este caso, no hace más que confirmar esa teoría.