martes, 30 de marzo de 2010

Una banda sin intérpretes

En el verde césped, cabezas bajas, brazos en jarra, resignación y mucha vergüenza. Desde las tribunas, cantitos, insultos y gargantas rojas de tanto reproche. Esta postal, que se dio ayer en el Monumental luego de una nueva derrota de Ríver (la 5ta en 11 encuentros), parece ser figurita repetida para un equipo que parece no encontrar la forma de salir de la profunda crisis en la que está inmerso.
Un técnico que prueba variantes, rota nombres, saca jugadores indiscutidos e indulta a algunos borrados. Referentes que ayudan pero que no pueden ponerse el equipo al hombro. Pibes que pintan lindo pero que no están ni cerca de estar a la altura de estas circunstancias y terminan "quemándose". Hinchas que ya están cansados de recibir las cargadas de todo el mundo futbolero por su cercanía a la zona roja de los promedios. Un presidente que prometió sanar la economía tan deteriorada del club pero que se está olvidando de fútbol en sí.
En fin, esto es el Ríver de hoy, señores. Aquel que, con 33 títulos en su haber, se jacta de ser el más ganador del torneo doméstico. Aquel del gran Amadeo Carrizo, de Norberto Alonso y del inolvidable Enzo Francescoli. Aquella respetada y muchas veces envidiada institución hoy pugna por salir del pozo. Un pozo que parece no tener fondo y que predice que la caída recién está empezando. Decí que los primos de La Boca no andan mucho mejor. Si así fuera, la paciencia de los hinchas se hubiese acabado mucho antes...

lunes, 29 de marzo de 2010

Un punto hace la felicidad

Hay veces en las que, con riesgo de pecar de especulador, un equipo que aspira seriamente al título termina conformándose con apenas un empate. Más aún si ese equipo sufre dos absurdas expulsiones y termina erigiendo a su arquero como una especie de "salvador". Eso le ocurrió ayer al puntero Independiente, que viajó a Santa Fe como banca, con el respaldo que le brindaban seis partidos invicto y 571 minutos sin recibir goles en contra y terminó pidiendo la hora y festejando lo que, para su propio técnico, fue un puntazo.
A pesar de que el partido arrancó con el local dominando, fue Independiente quien abrió el marcador antes de los diez minutos, con un zapatazo de Nuñez que Pozo no pudo contener. Luego de ese tanto, todo fue de Colón, que alcanzó el empate con una cabezazo del interminable Bichi Fuertes y empezó a hacer valer el hombre de más que tenía en cancha, ya que Leonel Galeano se había ido expulsado en ese primer capítulo. A los cinco segundos (sí, ¡cinco segundos!) de la segunda etapa, Marcelo Goux pegó un patadón innecesario y también vio la roja, pero luego Gandín se hizo echar tontamente y dejó a su equipo nuevamente en desventaja numérica y padeciendo a un Colón que parecía dispuesto a cortar el invicto del puntero.
Claro que el equipo de Antonio Mohamed no contaba con que enfrente estaba el mejor jugador del torneo: Adrian Gabbarini. El arquero del Rojo tapó todo lo que le tiraron y fue el responsable de que su equipo no se vaya sin nada del Cementerio de los Elefantes.
De esta forma, Independiente le sacó tres puntos a su inmediato perseguidor, Godoy Cruz, que poco pudo hacer ante la eficacia del Estudiantes de Sabella y terminó cayendo por 2 a 1 en la noche del viernes. Así las cosas, el equipo platense quedó a cuatro puntos de la cima y se mantiene al acecho.
Otro que no abandona su sueño de campeonar es Vélez, o mejor dicho, el Vélez "B", que triunfó en Liniers ante el pálido Atlético Tucumán (único conjunto que aún no ganó en el torneo) y sigue demostrando que tiene, por lejos, el mejor plantel del fútbol argentino.
Finalmente, y para que el Tolo no duerma tranquilo, el último campeón Banfield dio vuelta un partido en el que hubo de todo ante Gimnasia de La Plata y se ubicó expectante, a seis unidades de la punta.
Para el final, ¿ Qué decir de Boca Juniors? Ese mismo equipo que parecía el Manchester United el jueves después de ganar el clásico fue literalmente vapuleado por Chacarita, conjunto que está ante-último en la tabla de los promedios. Las flores que recibió entre semana el equipo dirigido por Alves marchitaron tan rápido nadie llegó siquiera a oler su aroma. Porque Boca volvió a ser Boca. El del jueves parece haber sido sólo un utópico espejismo.

viernes, 26 de marzo de 2010

Ningún huevón...



¿Quién iba a decir que el tan esperado y postergado Superclásico iba a tener un ganador tan claro? ¿Quién se animaba a predecir que el pálido Boca de Abel Alves iba a darle una lección de practicidad al no mucho mejor Ríver de Leonardo Astrada? Y, sobre todo, ¿Quién supuso que el héroe de la jornada iba a ser un ignoto, ni Riquelme, ni Palermo, ni Gallardo? La respuesta es, claramente, nadie.


Porque ni hasta el más optimista hincha de Boca iba a suponer que el encargado de darle los tres puntos ante el rival de toda la vida iba a ser Gary Alexis Medel. Sí, ese chileno que alternó buenos partidos con actuaciones para el olvido. Aquel que se destaca por su temperamento y polifuncionalidad, ya que varios fueron los puestos que ocupó desde su arribo al club de la Ribera. Él fue el autor de los dos goles que sirvieron como nebulizador para un Boca que venía ahogado por las críticas. El primero llegó tras un centro bajo sorpresivo de Riquelme y el segundo fue la coronación de una exquisita jugada colectiva. A esa altura, las palmas de los hinchas de Boca estaban moradas de tanto aplaudir y delirar con el trasandino, que vivió el clásico a mil por hora. Claro que eligió mal los rivales con quien meterse. Primero fue Gallardo, con quien discutió feo y de quien, además, ligó un mordiscón en uno de sus dedos. Para coronarla, le tiró una patada sin sentido (y sin pelota) a otro de los referentes riverplatenses, Matías Almeyda, y tuvo que irse a las duchas antes de tiempo, envuelto en una cortina de aplausos.


Pese al hombre de más, Ríver no encontró el camino para, aunque sea, preocupar un poquito a Boca. Funes Mori, la apuesta fuerte de Astrada, erró dos goles hechos y demostró que todavía le falta y mucho para ser el goleador que su equipo necesita. Canales no gravitó nunca. La defensa no se mostró segura y el pobre de Vega poco pudo hacer ante la pasividad de sus compañeros. Una vez más, para no perder la costumbre, los puntos altos fueron los históricos, Gallardo y Almeyda, que heridos en su amor propio intentaron torcer una historia que ya tenía el final cantado.


Por el lado de Boca, nuevamente Juan Román Riquelme demostró lo bien que le sientan este tipo de partidos, y se puso el equipo al hombro cuando hizo falta para mostrarle a Diego (espectador de lujo en su palco) lo que se está perdiendo. La dupla extranjera de centrales que tanto había sido cuestionada (Bonilla-Luiz Alberto), respondió correctamente. Y hasta Palermo, el interminable goleador, se animó a tirar algún que otro lujito para que los hinchas disfruten.


Para el final, llegaron las cargadas de los Xeneizes, quienes despidieron a sus primos con un jocoso "Chau RiBer", en clara alusión a la situación que vive el conjunto de Nuñez en la tabla de los promedios.


Lo cierto es que, más allá del resultado, ambos conjuntos volvieron a demostrar el bajo nivel que vienen atravesando y del que parecen no poder salir. Para Boca fue un poco de aire entre tanto humo. Para Ríver, un empujón más en la estrepitosa caída hacia lo más profundo.


martes, 23 de marzo de 2010

Lionel Messi: ángel allá, demonio acá


Hizo ocho goles en apenas siete días. Es el primer jugador en la historia del Barcelona en convertir tres goles en dos partidos consecutivos. Es el máximo artillero de la Liga Española, con 25 tantos. Para el mundo (bah, casi todo el mundo), es, por lejos, el mejor jugador del planeta.
Es paradójicamente en su país natal en donde aún se duda de su increíble capacidad. En una especie de "ataque de celos", y mientras el mundo se rinde ante los pies de un verdadero astro (como hace mucho no se veía), los argentinos seguimos poniendo en tela de juicio el rendimiento y, sobre todo, la actitud de Lionel Messi dentro de un campo de juego.
Poniendo como parámetro su desempeño en cada partido de la Selección Argentina, los argentinos continuamos inútilmente echándole toda la culpa de nuestras penas futbolísticas a un pibe (aunque no lo parezca, tiene apenas 22 años) que parece no tener techo. Parecemos olvidarnos que la Selección no es el Barcelona (ni está cerca de serlo), que Heinze no es Rafa Márquez, que Mascherano no es Iniesta, que Verón no es Xavi, etcétera. Es ahí donde el argentino está más que equivocado.
Es cierto, el rendimiento del rosarino en su club es diez veces mayor que en el equipo de Diego, pero también es real que echarle todo el peso de la responsabilidad a él sería pecar seriamente de ignorante. Como bien dijo Pep Guardiola, no hay nadie que tenga más ganas de que Messi la rompa en la Selección más que el propio jugador. Sería iluso pensar lo contrario.
A 79 días del Mundial, los argentinos tenemos más de un motivo para estar orgullosos e ilusionados. Porque tenemos al jugador que todos quieren. Porque está en pleno crecimiento deportivo. Porque tiene un técnico que lo banca a muerte, y que sabe que, a su edad, él aún no había logrado ni la mitad de lo que Messi tiene hasta ahora. Ahí está la clave.
Será cuestión de esperar la explosión definitiva, esa que lo lleve a la gloria eterna. Ahí será quizás, el momento en el que por fin se le reconozca por estas tierras, lo mucho que está haciendo. Esperemos que sea en Sudáfrica, o sino el próximo Mundial...o el otro, pero es seguro que llegará. Después no digan que no les avisamos...

lunes, 22 de marzo de 2010

Colorín Colorado...


...la novela del Clausura parece haber terminado. O al menos, cada vez parece estar más definida. Independiente consiguió un trabajoso triunfo frente al duro Rosario Central en Avellaneda y sumó su 6ta victoria consecutiva en el torneo, para alimentar aún más la esperanza. Con este panorama, surge una pregunta inevitable ¿Quién puede llegar a arrebatarle el título al Independiente del Tolo?

¿Godoy Cruz? Viene bárbaro, juega lindo y ayer borró de la cancha a Banfield, otro de los que venía arriba, pero lo cierto es que los mendocinos juegan a otra cosa, y con sacar un buen colchón de puntos para no pensar en los promedios estarían más que conformes.

¿Estudiantes? De los que puede llegar a pelearle cara a cara el campeonato al Rojo es el que mejor viene. El viernes se trajo tres puntos de oro de Tucumán y se mantiene ahí expectante en tercer lugar, aunque su prioridad es repetir lo del año pasado y traerse la Libertadores nuevamente para La Plata, por lo que, de seguir con vida en el torneo continental, el Clausura pasará a un relegado segundo plano.

¿Vélez? Otro de los que apuesta fuerte a la Copa. El sábado rescató como pudo (con ayudita extra de Seba Peratta) un punto de Rosario y no se baja de la pelea, aunque sus claras intenciones están puestas en sumar a sus vitrinas su segunda Libertadores, en el año de su centenario. Como prueba fiel de ello, el equipo que presenta en cada fecha del Clausura es completamente distinto al de la Copa, poblado de suplentes y chicos del club (que tranquilamente podrían ser titulares en cualquier otro equipo)

¿Banfield? El tercero de los que da pelea en dos frentes. Quizás también el que peor viene jugando en el torneo, en el que no suele presentar a sus habituales titulares. El cachetazo que le dio Godoy Cruz es un llamado de atención y tal vez la pauta que hará que se vuelque definitivamente a pasar de ronda en su complicado grupo de la Libertadores, relegando el Bicampeonato para otro momento.

¿Newell´s, Argentinos, Tigre? Son dueños de una irregularidad asombrosa. Un día te pintan la cara y al otro son una invitación a hacerle goles. Por todo esto, es casi imposible que aspiren a campeonar.

Por todos estos motivos, y teniendo en cuenta que Boca y Ríver continúan nadando en su mar de dudas (literalmente), Independiente tiene la pilcha de candidato más puesta que nunca. Y cada día le queda mejor.

Habrá que ver si el resto de los invitados se animará también a probársela, aunque sea para ver cómo le queda. De otra forma, sólo terminarán conformándose con asistir a la fiesta roja en harapos...

Hicieron agua


Como se anticipó desde este blog hace siete días, el espectáculo del tan esperado Superclásico entre Boca y Ríver estuvo en las tribunas. Tirantes, bombos, serpentinas, papelitos y mucho, mucho aliento de parte de las dos hinchadas más grandes del país, que volvieron a confirmar que un evento de estas características no tiene ni el más mínimo punto de comparación con ningún otro clásico de cualquier parte del mundo.

La lluvia no hizo más que tornar aún más espectacular la postal de las tribunas de la Bombonera. Claro que, aparte de eso, la tormenta que azotó la Capital Federal a la hora del partido sepultó las ganas de los espectadores de ver fútbol, ya que a Héctor Baldassi le bastaron sólo nueve minutos de juego para darse cuenta de que las condiciones no estaban dadas para disputar correctamente el partido. Así las cosas, parecería ser que los 82 minutos restantes (dos tiempos de 41´) se completarán el jueves 25 de marzo a las 15.45, para evitar que la salida de las parcialidades sea bien entrada la noche.

Esperemos que, esta vez sí, los jugadores devuelvan desde el verde césped, por lo menos algo de lo tanto que reciben desde las tribunas.

martes, 16 de marzo de 2010

Le puso el Pechito


No quedan dudas de que estos últimos dos meses seguramente habrán sido los peores de su vida. Pasó de tocar el cielo con las manos, a quedarse en la puerta de su sueño por problemas económicos ajenos a su persona, lo que significó un durísimo golpe para su carrera profesional y personal. José María Pechito López regresó al país luego de sufrir la frustración de quedarse afuera de la Fórmula 1 y brindó una conferencia de prensa en donde mostró sus ganas de quedarse en el país para correr en las tres categorías nacionales.
Con un tono triste, pero con una entereza envidiable, el cordobés aseguró que no va a bajar los brazos y que se hizo todo lo humanamente posible para que las cosas se dieran, tanto en Europa como en Estados Unidos.
Acompañado por su padre y sus representantes, Felipe Mac Gough y Víctor Rosso, quienes lo siguieron durante todo su fallido proyecto, López admitió también que "Hay muchos pilotos que no llegarán a fin de año, por lo que no sé hasta qué punto esto es tan malo". Además, reconoció que va a participar tanto en TC, como en TC 2000 y en Top Race, buscando ponerse a punto y conseguir la triple corona que se le negó la temporada pasada, cuando Emanuel Moriatis le arrebató en la última fecha el Campeonato de Turismo Carretera.

lunes, 15 de marzo de 2010

La punta duele


Las caras de Luciano Vella y Walter Acevedo parecen decirlo todo. Independiente ganó. Independiente es único puntero. Independiente es el principal candidato a ganar el título y hay muy pocos que le pueden llegar a pelear hasta el final. Sin embargo, y aunque parezca irónico, Independiente también perdió. Es que la excursión a La Paternal para visitar a Chacarita le terminó saliendo muy cara al equipo del Tolo Gallego. Walter Busse, indiscutido volante titular, sufrió la fractura de la tibia y el peroné (una de las lesiones más feas para un futbolista) y se perderá, por lo menos, el resto del campeonato. Es por eso que Gallego salió del vestuario con cara de pocos amigos y se mostró muy dolido por la lesión de Busse. Fue raro ver al técnico de Independiente tan mesurado después de un triunfo tan importante como el del sábado. Importante porque Chacarita fue un rival durísimo, aprovechó a la perfección las pequeñas dimensiones del Diego Armando Maradona y mereció más suerte. Más aún teniendo en cuenta que el gol visitante llegó tras un corner cedido por el juez de línea Gustavo Esquivel, a quien le rebotó una pelota con destino de lateral y terminó yéndose por la línea de fondo. Pero claro, reglamentariamente, el árbitro dio corner y ese mismo tiro de esquina encontró la cabeza de Eduardo Tuzzio, que mandó la pelota al fondo de la red para quedar como único puntero, con dos puntos de ventaja sobre el segundo, Godoy Cruz.
Un Godoy Cruz que ya no sorprende y que invita a soñar a aquellos hinchas que hace un par de años sufrían porque su equipo navegaba por la mitad de la tabla de la "B" Nacional y que hoy viven una realidad de ensueño. Mucho tiene que ver en este presente del Tomba el proceso comenzado por el anterior DT, Diego Cocca, quien agarró un equipo ahogado por el descenso, le dio una identidad, un juego propio y demostró que no sólo con jugadores de nombre se pueden hacer las cosas bien. Y mucho también tiene que ver Omar Asad, técnico debutante en un equipo de Primera, que con bajo perfil y mucho trabajo, ubicó a Godoy Cruz en una posición envidiable. La víctima de turno fue el pobre Atlético Tucumán de Mario Gómez, quien sumó su 2da derrota en igual cantidad de partidos al frente del Decano. Fue 2 a 1 con dos goles de Federico Higuaín, que dejó bien en claro que no sólo hay que poner los ojos en su hermano Gonzalo.
El resto de los equipos son dueños de una las características más normales en el fútbol argentino: la irregularidad. Vélez continúa sacando puntos con su equipo "B" y, si se decide, tiene con qué volver a campeonar. Banfield también está pensando en la Copa, aunque su equipo muletto no es tan efectivo como el Fortín y sólo empató con Arsenal. Estudiantes, otro de los que pelean los dos frentes, volvió a ganar y sigue prendido. Fuera de estos equipos (sumando quizás a Newell´s y Argentinos), ninguno tiene con qué aspirar al campeonato.
¿Boca y Ríver? Bien, gracias. Los de Nuñez consiguieron un triunfo frente al alicaído Huracán que le sirve para llegar al Superclásico mejor que su rival, que fue goleado por Tigre en Victoria y que se parece cada vez más al Cabaret que mencionara Diego Latorre hace más de 15 años. Lo cierto es que el término tan usado de "clásico devaluado" encaja perfecto con el presente que viven ambos equipos. Como siempre, dentro de 7 días, el espectáculo en La Bombonera estará en las tribunas.

Dormí tranquilo, Diego


Hace dos semanas, luego de la victoria frente a Alemania en el último amistoso de la Selección Argentina, se advertía sobre la falencia ofensiva del equipo. Se hablaba de la seguridad de Romero en el arco. Se destacaba la correcta labor de una defensa consolidada. Se remarcaba el buen desempeño de los mediocampistas, tanto los de contención como los ofensivos. Sólo quedaban dos nombres que no habían convencido ni al técnico ni a los hinchas en su desempeño. Dos nombres que hoy son tapa de los principales diarios del mundo: Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.

Los dos delanteros que Maradona imagina en su once titular se destacaron este fin de semana en la Liga de las Estrellas, convirtiendo tres goles cada uno para que su respectivos equipos sigan en lo más alto de la tabla de posiciones.

El primero en saltar a la cancha fue Messi, con un Barcelona que necesitaba imperiosamente un triunfo para obligar a su eterno rival a conseguir los tres puntos. Luego de un primer tiempo aburrido, le bastaron 26 minutos al rosarino para anotarse por triplicado en la red y decretar el 3-0 final de su equipo frente al Valencia. Ahora la presión se mudaba a la Casa Blanca, donde el Real recibía al pobre Valladolid. Y ahí estaba Higuaín, ese mismo que fue vapuleado por la prensa española una semana atras, que lo culpaba injustamente por la eliminación en la Champions League. Ese mismo al que Cristiano Ronaldo había tildado de morfón (¿Y por casa cómo andamos?) los días previos al partido. El solito se encargó de guiar al Madrid a una contundente victoria por 4 a 1, convirtiendo los tres últimos goles.

Como si esto fuera poco, ambos están en la cima de la tabla de goleadores en el fútbol español: Lío tiene 22 tantos y el Pipita 19. Como era de esperarse, para la misma prensa española que hace un par de días se cansó de criticar a Higuaín, hoy volvió a ser una estrella. Los logros de Messi ya no sorprenden por tierras españolas.

A 87 días para el Mundial, todo parece color de rosa para Maradona. El único grano que había tenido su Selección frente a Alemania, parece haberse borrado. Esperemos que no vuelva a aparecer en tierras sudafricanas. Por las dudas, Diego, llevá cremita...

viernes, 12 de marzo de 2010

Dos años sin humor



Aquel mediodía todo se paró. La noticia no tardó en expanderse y la conmoción y el estupor se apoderaron de cada uno de los argentinos que alguna vez nos reímos con sus ocurrencias. Aquel 12 de marzo de 2008 quedará para siempre como el día en que Argentina perdió a uno de los mejores humoristas de su historia: Jorge Guinzburg.
El fallecimiento se produjo luego de estar seis días internado en la Clínica Mater Dei, donde había ingresado por la fractura de una vértebra. Lo cierto es que hacía rato que el humorista padecía una infección pulmonar que desenvocó en un cáncer de pulmón, que lo hizo sufrir varias internaciones en los meses anteriores a su deceso. Hoy, dos años después, todavía quedan en la memoria sus personajes, su desfachatez y su istrionismo, carácteristicas que lo distinguieron durante su extensa carrera como artista.
Recién recibido del secundario, Guinzburg comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, aunque al poco tiempo se dio cuenta de que no era lo suyo y decidió abandonarla para arrancar el Profesorado de Arte Dramático, mientras sobrevivía manejando un taxi.
Junto a Carlos Abrevaya, compañero del secundario, trabajaron en televisión con Juan Carlos Mareco y Cacho Fontana, hasta que entraron al staff de la revista Satiricón, donde Jorge empezó a desarrollar ese humor ácido que conquistó al público argentino.
Su primer gran éxito televisivo fue La Noticia Rebelde, programa que transformó el humor político argentino y dio paso a varios de los éxitos televisivos que hoy en día siguen en pantalla, como Caiga Quien Caiga. También escribió hasta el momento de su muerte, los guiones del famoso Diógenes y el linyera, un clásico de la contratapa del diario Clarín.
Más allá de su humor, Guinzburg tenía dos características inconfundibles y que inmediatamente llevaban a pensar en él: su poblado bigote y su fanatismo por el club Vélez Sarsfield. En cada uno de sus programas se encargaba de destacar su pasión por el club de Liniers y era un habitual concurrente a cada uno de los partidos del club de sus amores. Ese fanatismo lo llevó a viajar con la delegación velezana que en 1994 consiguió la Copa Intercontinental en Japón de la mano de Carlos Bianchi, con quien tenía una excelente relación.
Fue ese amor por Vélez lo que hizo que los fortineros pasen a considerarlo como un ídolo con todas las letras. Era sin dudas, el hincha de Vélez más famoso. Como prueba de esto, un mes después de su muerte, la dirigencia del Fortín decidió bautizar al remodelado sector para la prensa del estadio José Amalfitani con su nombre.
Hoy, dos años después, todavía parece resonar su inconfundible voz. La misma con la que hizo reir a varias generaciones y que quedará por siempre en la memoria de todos los argentinos.


martes, 9 de marzo de 2010

Fecha 8: ¿Y ahora quién habla?


Después de la durísima derrota sufrida en la 5ta fecha contra los suplentes de Vélez, pocos podían soñar con este dulce presente de Independiente. Tal fue la superioridad de los de Liniers sobre el equipo de Tolo Gallego en aquel partido que la mayor parte del mundo fútbol se deshizo en elogios para el mimado equipo de Gareca y casi que descartó de la pelea a los de Avellaneda. Lo cierto es que, apenas tres fechas después, y gracias a los ya característicos vaivenes del fútbol argentino, el Diablo vuelve a ser el equipo sensación. Con goles de Darío Gandín y Andrés Silvera, se aprovechó del pésimo momento de Ríver (que mira cada vez más de cerca la tabla de los promedios) y ahora disfruta mirando a todos desde arriba, solito y solo.
Claro que el fin de semana no hubiese sido perfecto para el Tolo sin la ayuda de algunas sorpresitas que brindó la fecha. De menor a mayor, los regalitos llegaron primero desde Rosario, donde el fulminante Joaquín Boghossian se sacó la mufa y le dio dos cachetazos a la ilusión del Turco Asad y su Godoy Cruz, que llegaban al partido con la Lepra con el privilegio y la mochila de ser el único invicto que le quedaba al torneo. Adiós invicto, adiós mochila.
Un par de horas más tarde, Marco Torsiglieri se topaba con la pelota en La Paternal y la mandaba a guardar en contra de su arco, cuando el partido entre Argentinos y Vélez parecía destinado a morir en cero. 1 a 0 y delirio para el Bicho, que se encontró con una victoria impensada en la previa frente a otro de los animadores del torneo. Otra derrota de los de arriba y la ilusión del Tolo que crecía a pasos agigantados.
Para hacerla completa, el equipo "B" de Banfield no pudo romper el cero en Tucumán y tuvo que conformarse con un punto, mientras que por el lado de Atlético, ese punto acabó con la renuncia de Osvaldo Chiche Sosa, quien dejó el club hostigado por los hinchas y sin respaldo de los dirigentes.
Finalmente, el lunes iba a llegar el regalo más grande para la mitad roja de Avellaneda, porque el irregular Arsenal sorprendió a propios ajenos goleando por 3 a 0 a Colón, otro de los serios candidatos al título. A pesar de esto, el Sabalero hace ya 3 partidos que no gana y su técnico, Antonio Mohamed, puso en duda su continuidad en caso de mantenerse los malos resultados.
Y así fue que, jugadas 8 fechas, Independiente mira a todos desde arriba nuevamente. Aquel partido con Vélez parece haber quedado en el olvido. Ahora es tiempo de disfrutar y soñar con repetir el recordado título conseguido en 2002, también de la mano de Américo Gallego. Un Gallego que todavía sigue buscando a aquellos que lo habían bajado de la pelea...

lunes, 8 de marzo de 2010

Argentina tiene su Rey


Una de las definiciones que la Real Academia Española ofrece del término "rey" es: "Hombre, animal o cosa del género masculino, que por su excelencia sobresale entre los demás de su clase o especie". Vaya si esta descripción calza a la perfección con lo que representa David Nalbandian hoy en día para el tenis argentino.
El de Unquillo llegó con lo justo a disputar la serie, su médico le dio el OK el miércoles y el viernes ya estaba junto a la delegación en territorio sueco. Una delegación por demás diezmada, con las ausencias de Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco, y con la sensación de que se viajaba con el único objetivo de hacer un "papel digno", de no "pasar papelones". Parece que David se tomó en serio esto de la dignidad, porque el sábado acompañó de la mejor forma al debutante Horacio Zeballos (excelente debut, por cierto) para sorprender al siempre parco Robin Soderling y llevarse el partido de dobles con una soberbia actuación.
Pero Nalbandian tenía un poco más de tinta en el tintero para escribir otra de las tantas páginas grandes del tenis argentino. Le tocó volver a saltar a la cancha el domingo nada más ni nada menos que con la serie 2-2 y contra un Andreas Vinciguerra que parecía Andre Agassi en los primeros puntos del partido. David supo mantener la calma, comenzó a hacer su juego y empezó a dejar chiquitito al sueco, que al poco tiempo se dio cuenta de que de el pelado de Las Vegas tenía solo las entradas. Sin embargo, cuando el partido ya parecía inclinado para el lado del argentino, las piernas comenzaron a jugarle en contra, y no sólo el izquiotibial que lo había tenido parado durante tanto tiempo empezó a molestarle, sino que también sintió molestias en el aductor de la otra pierna ¿Abandonó? ¿Se acabó la ilusión de la epopeya argentina? Para nada. Un par de masajes le sirvieron para seguir en el partido, dándose el lujo de regalar un set para que todo sea un poquito más divertido. Fue 7-5, 6-3, 4-6 y 6-4 en 2 horas y 35 minutos, para desatar la locura argentina y comenzar a pensar en Rusia, al que hay que visitar en Julio.
Pero esa será otra historia. La serie sirvió para demostrar, una vez más, el gran recambio de la Legión Argentina, que superó las ausencias y sacó adelante una serie que ya estaba perdida. Leonardo Mayer (ganó un punto el viernes), Eduardo Schwank (hizo un muy buen partido contra Soderling) y Horacio Zeballos (partidazo en el dobles), demostraron que están a la altura de las circunstancias y que van a estar disponibles para cuando se los necesite. Y David, el Rey David, volvió a mostrar su estirpe copero y su amor por la camiseta argentina ¿Gordito? ¿Agrandado? ¿Soberbio?, lo que quieran, pero nadie puede discutir el plus que le imprime a cada punto jugado en Copa Davis. Un plus que solo los verdaderos reyes pueden dar.

jueves, 4 de marzo de 2010

Lo tenemos adentro

Y sí, cuando menos se lo esperaba, cuando pocos lo creían posible, cuando las esperanzas de hacer un buen papel en el Mundial se diluían cada vez más, apareció la victoria tan deseada, tan necesaria. A esta Selección le faltaba (entre varias otras cosas) un buen resultado ante una potencia mundial. Es por eso que aquella deliciosa habilitación de Di María y la posterior auto-pared y definición de Higuaín que silenciaron al majestuoso Allianz Arena sirvieron como agua helada para el desierto en el que estaba inmerso el equipo de Maradona.
Sumado a esto, más allá del resultado, el equipo mostró una identidad propia por primera vez en la era "Diez". La defensa estuvo en un gran nivel y ya no hay dudas de que los que defendieron ayer serán los mismos que arrancarán frente a Nigeria el 12 de junio. En el medio, Mascherano dejó de lado las imprecisiones que venía mostrando en los últimos partidos con la albiceleste y volvió a parecerse a aquel motorcito que hacía arder las palmas de los más exigentes hinchas de Ríver. Verón mostró el carácter que lo llevó a lo más alto de América con Estudiantes, jugando y haciendo jugar. Por las bandas estuvieron los puntos más altos del equipo: Jonás dio una nueva muestra de sacrificio marcando, corriendo a todo alemán que le pase cerca y desbordando cuando se lo permitieron. Di María se puso la pilcha de conductor y fue el más desequilibrante durante todo el partido y hasta estrelló un tiro en el travesaño en el primer tiempo, luego de una buena pared con Higuaín.
Quizás la cuenta pendiente que seguirá rondando en la cabeza de Diego a esta altura sean los delanteros, o mejor dicho, Lionel Messi. El rosarino volvió a mostrar un bajísimo nivel que ya preocupa no solo a los hinchas sino que también le quita el sueño al propio Maradona, aunque continúe asegurando que Lío mostrará todo su potencial en Sudáfrica. Los periodistas, hinchas, jugadores y cuerpo técnico así lo esperan.
Faltan 98 días para conocer la verdad, pero lo cierto es que, con esta actuación, Maradona volvió a sonreir y las esperanzas de los argentinos más pesimistas volvieron a aparecer. Será cuestión de esperar tranquilos, con la seguridad de que, por fín, tenemos un equipo en serio.











miércoles, 3 de marzo de 2010

2010, el año esperado.

Cada año que empieza genera nuevas expectativas. Estas mismas son las que nos llevan a cambiar actitudes, acciones y reacciones del año anterior, en busca de mejorar y sentirse "renovado" año tras año.
Este 2010 no es la excepción, aunque para los futboleros, no es un año más. Desde aquel fatídico 30 de junio de 2006, cuando Jens Lehmann y compañía dejaron afuera a la Selección de José Pekerman en cuartos de final del mundial de Alemania, los argentinos esperamos este año más que ningún otro. Porque es tiempo de revancha, de resarcimiento. Todo un pueblo está esperando que la figura de Diego Maradona vuelva a aparecer saludando desde el balcón de la Casa Rosada con la Copa en la mano, como hace ya veinticuatro larguísimos años.
De más está decir que me encuentro entre ese montón de gente a la que ya no le quedan uñas por morderse esperando el día del debut frente a Nigeria en el Mundial de Sudáfrica. El día en el que finalmente las palabras dejarán de jugar un papel estelar y le darán paso a los verdaderos protagonistas, los jugadores, que mantendrán en vilo a un país que busca festejar aunque sea un poquito, abstraerse, en medio de tantas pálidas.
Es por eso que desde este blog se acompañará la eterna espera con fútbol, fútbol y más fútbol. Hacia allá vamos...