lunes, 9 de agosto de 2010

Cada vez más Rey


Era lo único que le faltaba, realmente. Después de esa fatídica lesión en la cadera y su correspondiente y larga recuperación, David Nalbandian volvió al circuito con un ranking más que mentiroso (145°) y con las mismas ganas de aquel pibe unquillense que debutó en el tenis grande hace ya diez años. Llamativamente, y silenciando a todos los críticos de turno que se mofaban de su fanatismo por la noche y su exceso de peso, la vuelta de Nalbandian no podría haber sido mejor. A sus memorables actuaciones en Copa Davis, donde se cansó de vestirse de héroe, el cordobés le agregó otro laurel más a su corona: volvió a ganar un torneo ATP después de más de un año y medio y se metió entre los 50 mejores del ranking.

Fue una semana perfecta la del ahora 45° del mundo. La coronación fue ante el potente chipriota Marco Baghdatis, que tenía antecedentes de haber amargado al cordobés en anteriores partidos y venía arriba en el historial. Sin embargo, el altísimo nivel demostrado por Nalbandian durante todo el torneo pudo más y terminó por sentenciar la historia con un contundente 6-2 y 7-6 (7-4 en el tie break). De esta forma, el torneo de Washington tuvo un ganador argentino por tercera vez consecutiva, ya que Juan Martín Del Potro había alzado la corona en 2008 y 2009.

Es esperanzador el andar de Nalbandian. Recuperó su nivel y por momentos brilla en la cancha, como en las mejores épocas. Su materia pendiente es quizás el servicio, el punto más flojo desde su retorno y que lo tuvo a mal traer en varios pasajes del torneo. Por ahora, con los demás aspectos de su juego lo viene neutralizando (especialmente con ese exquisito revés made in Nalbandian), pero será un punto a rever para lo que viene. El Master Series de Toronto es su próximo escollo en la carrera a conseguir su objetivo para este año: ubicarse entre los 30 mejores del mundo. Con este nivel, nadie duda que lo logrará. Como todo buen Rey, nadie lo destronará hasta el día de su deceso. Y ese día, para el Rey de Unquillo, parece estar muy lejos.

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