lunes, 19 de julio de 2010

El triunfo del buen fútbol


Pasó lo que tenía que pasar. Aunque muchas veces ocurra lo contrario, en Sudáfrica 2010 ganó el mejor. Y el mejor fue España, ese equipo que plantó una idea hace dos años con Luis Aragonés a la cabeza, decidido a cortar la sequía de títulos de la Roja y con un objetivo claro: volver a los primeros planos. Material había, sólo faltaba plasmar en resultados las buenas actuaciones individuales. Y todo fue tomando forma a partir de la Euro de ese año, en la que España se consagró como el mejor equipo del continente, superando el bajón que había ocasionado la eliminacion en Alemania 2006 a manos de Francia.
A partir de ese momento, el objetivo inicial de Aragonés tomó el color deseado, ese que había estado buscando. Con una idea de fútbol bien definida, la escuela del buen pie, heredada de los holandeses que llevaron al Barcelona a lo más alto, España poco a poco se fue nutriendo de características destacables que lo llevaron, dos años después, a ser el mejor de todos.
Vicente Del Bosque tomó la posta de Aragonés luego de la Euro y mantuvo su ideología. Supo explotar al máximo el potencial de jugadores que no solían destacarse en sus clubes. Y en esa materia, el Barcelona fue la cantera de donde se nutrió la Selección para fomentar el buen pie. Puyol, Piqué, Pedro, Xavi, Iniesta...todos jugadores del equipo de Guardiola que fueron más que fundamentales para este logro. Ellos, acompañados por Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso, pilares del Real Madrid, más la explosión definitiva de David Villa, que venía rompiéndola en el Valencia y que ya es nuevo jugador del Barcelona, fueron los encargados de llevar a España a los más alto por primera vez en su historia.
De esta forma, España se suma al selecto grupo de Campeones del Mundo que componen también Brasil, Argentina, Uruguay, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia. Por esto es más que justificada la euforia de un emocionado Casillas, que rompió el hermetismo y le encajó un beso en pleno reportaje a su hermosa novia Sara Carbonero. Por esto también se justifica la alegría de los miles de españoles que recibieron en Madrid a los campeones, en una fiesta que tuvo como speaker de lujo al arquero suplente, Pepe Reina, que no tuvo ni un minuto de juego en Sudáfrica pero se lució como presentador del equipo en el escenario.
España es el justo campeón, en tiempos en donde los campeones y sus formas de ganar son cada vez más criticadas. Es por eso que el mundo festeja, pese a quien le pese. En Sudáfrica 2010 ganó el buen fútbol. Ganamos todos.
¡Salud, Campeón!

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