jueves, 1 de julio de 2010

El país de la maraVilla

El último partido de octavos de final prometía y mucho. De un lado, la temible España, campeona de la EuroCopa y gran favorito para ganar su primer Mundial. Del otro, Portugal, semifinalista en Alemania 2006 y con Cristiano Ronaldo como estandarte. Sin embargo, por enésima vez durante este torneo, las promesas quedaron sólo en eso. CR7 brilló por su ausencia y dejó nuevamente en claro que sólo está para los firuletes y las propagandas marketineras. España, por su parte, tampoco pudo desplegar su juego característico y sufrió más de la cuenta, pero contrario a su rival tiene a un jugador que hace la diferencia: David Villa.
El flamante refuerzo del Barcelona tiene siempre el arco entre ceja y ceja, y eso no hace que pierda el foco para armarse sus propias jugadas, a falta de asistencias. Clara muestra de esto fue la cantidad de disparos al arco que intentó, ya que los habituales asistidores, Xavi e Iniesta, fueron muy bien contenidos por los portugueses y el Guaje tuvo que arreglárselas solo. Esta insistencia del nuevo compañero de Messi transformó al arquero Eduardo en figura y fue un constante dolor de cabeza para los defensores portugueses. Claro que, ante tanto ataque, Portugal comenzó a aprovechar las contras con las constantes subidas de Coentrao por izquierda y algunas que otras apariciones esporádicas de Thiago y Ronaldo, que también hicieron lucirse a Casillas.
El segundo tiempo continuó con la misma tónica, España atacando y Portugal contragolpeando. En ese frenesí, el partido se hizo de ida y vuelta. Finalmente, luego de que Puyol casi convierta en contra tras un centro de Hugo Almeida, llegó la apertura del marcador. En una de las pocas ocasiones que Iniesta pudo sortear la pegajosa marca portuguesa, el volante sacó un pase entre líneas para Villa, que no perdonó. Un dato no menor: cuando partió el pase de Iniesta, el delantero estaba apenas adelantado. Punto en contra para Baldassi y la terna argentina.
Con la ventaja en el marcador, España se serenó y comenzó a desplegar su juego. Portugal no logró hilvanar ninguna situación seria de peligro y lleno de centros el área española, pero ninguno con buen destino.
España terminó justificando su triunfo con sobriedad y diferencia de jerarquía en sus jugadores. Ahora, se cruzará con el duro equipo de Paraguay y todo es esperanza para conseguir el primer título mundial de su historia. Por el lado de Portugal, pura decepción. Sobre todo por la pobrísima actuación de Cristiano Ronaldo, que sólo convirtió un gol, el sexto en la goleada sobre Corea del Norte. La imagen final parece decirlo todo, un Ronaldo cabizbajo, escupiéndole a la cámara y despotricando contra su técnico. Triste y solitario final para la super estrella que nunca fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario