lunes, 15 de marzo de 2010

La punta duele


Las caras de Luciano Vella y Walter Acevedo parecen decirlo todo. Independiente ganó. Independiente es único puntero. Independiente es el principal candidato a ganar el título y hay muy pocos que le pueden llegar a pelear hasta el final. Sin embargo, y aunque parezca irónico, Independiente también perdió. Es que la excursión a La Paternal para visitar a Chacarita le terminó saliendo muy cara al equipo del Tolo Gallego. Walter Busse, indiscutido volante titular, sufrió la fractura de la tibia y el peroné (una de las lesiones más feas para un futbolista) y se perderá, por lo menos, el resto del campeonato. Es por eso que Gallego salió del vestuario con cara de pocos amigos y se mostró muy dolido por la lesión de Busse. Fue raro ver al técnico de Independiente tan mesurado después de un triunfo tan importante como el del sábado. Importante porque Chacarita fue un rival durísimo, aprovechó a la perfección las pequeñas dimensiones del Diego Armando Maradona y mereció más suerte. Más aún teniendo en cuenta que el gol visitante llegó tras un corner cedido por el juez de línea Gustavo Esquivel, a quien le rebotó una pelota con destino de lateral y terminó yéndose por la línea de fondo. Pero claro, reglamentariamente, el árbitro dio corner y ese mismo tiro de esquina encontró la cabeza de Eduardo Tuzzio, que mandó la pelota al fondo de la red para quedar como único puntero, con dos puntos de ventaja sobre el segundo, Godoy Cruz.
Un Godoy Cruz que ya no sorprende y que invita a soñar a aquellos hinchas que hace un par de años sufrían porque su equipo navegaba por la mitad de la tabla de la "B" Nacional y que hoy viven una realidad de ensueño. Mucho tiene que ver en este presente del Tomba el proceso comenzado por el anterior DT, Diego Cocca, quien agarró un equipo ahogado por el descenso, le dio una identidad, un juego propio y demostró que no sólo con jugadores de nombre se pueden hacer las cosas bien. Y mucho también tiene que ver Omar Asad, técnico debutante en un equipo de Primera, que con bajo perfil y mucho trabajo, ubicó a Godoy Cruz en una posición envidiable. La víctima de turno fue el pobre Atlético Tucumán de Mario Gómez, quien sumó su 2da derrota en igual cantidad de partidos al frente del Decano. Fue 2 a 1 con dos goles de Federico Higuaín, que dejó bien en claro que no sólo hay que poner los ojos en su hermano Gonzalo.
El resto de los equipos son dueños de una las características más normales en el fútbol argentino: la irregularidad. Vélez continúa sacando puntos con su equipo "B" y, si se decide, tiene con qué volver a campeonar. Banfield también está pensando en la Copa, aunque su equipo muletto no es tan efectivo como el Fortín y sólo empató con Arsenal. Estudiantes, otro de los que pelean los dos frentes, volvió a ganar y sigue prendido. Fuera de estos equipos (sumando quizás a Newell´s y Argentinos), ninguno tiene con qué aspirar al campeonato.
¿Boca y Ríver? Bien, gracias. Los de Nuñez consiguieron un triunfo frente al alicaído Huracán que le sirve para llegar al Superclásico mejor que su rival, que fue goleado por Tigre en Victoria y que se parece cada vez más al Cabaret que mencionara Diego Latorre hace más de 15 años. Lo cierto es que el término tan usado de "clásico devaluado" encaja perfecto con el presente que viven ambos equipos. Como siempre, dentro de 7 días, el espectáculo en La Bombonera estará en las tribunas.

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