lunes, 3 de mayo de 2010

Tenele miedo al Chuco


Era una tarde especial para Argentinos Juniors, que llegaba al Nuevo Gasómetro con la necesidad de llevarse los tres puntos para no perderle pisada al líder Estudiantes, teniendo en cuenta que los de Sabella se enfrentaban ante el descendido Chacarita a la misma hora.
Habrá sido precisamente esta presión la que hizo que el conjunto de Claudio Borghi arranque el partido inmerso en un mar de imprecisiones, que le permitieron a San Lorenzo animarse a atacar y llegar al gol mediante un rebote capturado por Emiliano Alfaro. De la mano del Papu Gómez, su jugador más desequilibrante, el local se aprovechó de la pasividad de Argentinos en esa primera mitad y se fue al descanso con la mínima ventaja a favor.
Pero seguramente Borghi, viejo sabio, les habrá hecho entender a sus jugadores la situación en la que estaban y habrá motivado a su plantel con palabras de aliento y algún que otro reto en el vestuario. Lo cierto es que el Bicho cambió completamente su cara en el complemento. Ortigoza comenzó a desplegar su juego y el equipo empezó a jugar a su ritmo, obligando a San Lorenzo a replegarse en defensa para cuidar la ventaja. Pero fueron los cambios del entrenador los que terminaron de torcer la historia. Borghi mandó a la cancha a Federico Domínguez y a Santiago Raymonda, con clara intención de tirar a su equipo lo más adelante posible. Con cinco hombres de ataque en sus filas, Argentinos acorraló a su rival y parecía que el empate era cuestión de tiempo. Fue precisamente el ingresado Domínguez quien desbordó por izquierda y tiró el centro para que Ismael Sosa, la figura de la tarde, decretara la merecida igualdad y le devolviera la alegría a los miles de hinchas que coparon la tribuna visitante.
Con el empate, el Bicho siguió yendo pero se topaba con la dura defensa azulgrana y no podía capitalizar sus intenciones. Para colmo, Rafael Furchi obvió un claro penal de Migliore a Sosa y su asistente invalidó erróneamente un gol de Calderón por una supuesta posición adelantada, que no existió.
Pero cuando todo parecía destinado a las tablas, apareció nuevamente el Chuco Sosa, que con una gran corrida y una auto-pared sobre la salida de Migliore, anotó el segundo gol para los suyos y su noveno tanto en lo que va del Clausura, para que Argentinos siga con la ilusión de lo que parecía imposible hace un par de fechas.
Cuando aún restan dos jornadas, y con sólo un punto de diferencia con el puntero Estudiantes, Claudio Borghi tiene más de un motivo para sonreir. El cambio de actitud de su equipo de un tiempo a otro es una clara muestra de la personalidad de sus jugadores, que se bancaron una parada brava y ahora tendrán que recibir en la Fortaleza de La Paternal a Independiente, seguramente sin su figura, Ismael Sosa, por una ridícula claúsula entre ambos clubes que le impide al jugador jugar frente al equipo que es dueño de su pase. De confirmarse su ausencia, será una importante baja para Argentinos, aunque quedó demostrado que Borghi saber mover el banco para suplir ausencias, en un equipo que busca hacer historia.

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