viernes, 21 de mayo de 2010

A lo Estudiantes


Encontrarle una explicación a la eliminación de Estudiantes de la Copa Libertadores no es tarea sencilla. Teniendo en cuenta que ayer fue ampliamente superior a su rival y que la semana pasada había perdido en Porto Alegre con un gol sobre la hora, la tarea se hace aún más compleja. El Inter de Porto Alegre terminó clasificando a semifinales a lo Estudiantes.
Pero lo más inexplicable de la noche de ayer no fue el partido en sí, sino un nuevo papelón de un equipo argentino eliminado en la Copa. Esta vez fue Estudiantes, siempre bien ponderado por su conducta y su mística en el torneo, que manchó aún más la tan castigada reputación de los nuestros ante el continente.
Todo comenzó con el agónico gol de Giuliano cuando la serie parecía definida y los hinchas de Estudiantes ya habían comenzado con su show de fuegos artificiales. Ese tanto y el posterior pitazo final del árbitro, apenas tres minutos después, dieron paso al festejo desmedido del Pato Abbondanzieri (qué raro, argentino también) frente a la hinchada Pincha que tanto lo había hostigado durante lo 90 minutos y a la reacción de Leandro Desábato, un abonado al escándalo, que cumplió a la perfección su rol de copar la parada y terminó con un corte en la ceja por un cabezazo que él mismo le propinó al arquero. En el medio, de todo, insultos, empujones, un arquero suplente brasileño que entró corriendo sólo para pegar una piña y salir picando, en fin, bochorno total.
Por suerte, la mayoría de los jugadores se dedicó a separar y calmar las aguas, sino todo hubiese terminado en una verdadera batalla campal en pleno campo de juego.
Del juego en sí hay que decir que Estudiantes termina quedando afuera por haber ido a buscar el empate a Brasil y por no haber definido el partido de ayer, en el que fue ampliamente superior. El cabezazo de Sorondo y el derechazo de Giuliano, ambos sobre la hora, terminaron con las esperanzas de un equipo que hace una semana peleaba los dos frentes y que hoy termina quedándose sin nada. Pero más allá de lo futbolístico, nuevamente habrá que repasar el tema de la conducta, porque más de una vez se hizo alusión en este blog a que los grandes son los que saben perder, como lo hizo Vélez en octavos. Parece que Lanús y Estudiantes todavía deben algunas materias para recibirse.

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