jueves, 22 de abril de 2010

Me tomo 45 minutos...


Presionado, obligado, impreciso por demás. Así encaró Banfield el partido frente al eliminado Deportivo Cuenca, en el que necesitaba sí o sí una victoria para clasificar a octavos. Por eso, el primer tiempo fue un concierto de errores, en donde al equipo de Falcioni no se le cayó una idea para vulnerar el arco de los ecuatorianos, que vinieron a Buenos Aires sólo para cumplir con el fixture.
Vaya a saber uno que les habrá dicho Julio César a sus jugadores en el vestuario, lo cierto es que el segundo tiempo fue otro partido. Porque Banfield salió decidido a hacer valer su localía y comenzó a llevarse por delante a su rival, de la mano, una vez más, de Walter Erviti, que no se cansa de ponerse el equipo al hombro y hacer jugar a sus compañeros. Dos de Tito Ramírez, uno del propio Erviti y la frutilla del postre de Luchetti, que volvió a convertir de penal, le pusieron el moño a una goleada que necesitó sólo 45 minutos para consumarse.
De esta forma, el Taladro se clasificó segundo de su grupo, detrás del Nacional uruguayo y tendrá que esperar hasta esta noche para conocer su rival, entre un amplio abanico de posibilidades, hasta la de un posible choque con Estudiantes o Vélez. Claro que, de darse alguno de esos cruces, Banfield no se podrá dar el lujo de regalar un tiempo nuevamente, porque no todos los equipos de la Copa son Deportivo Cuenca...

No hay comentarios:

Publicar un comentario