lunes, 12 de abril de 2010

Panorama Negro *

Y...se veía venir.
Si bien sería pecar de ignorante adjudicarle la culpa del alarmante momento que vive Ríver, Leonardo Astrada no pudo doblar un timón que parece trabado y destinado al abismo y terminó por renunciar ayer, luego del empate frente a Atlético en Tucumán.
¿Cuál fue la causa de la renuncia? Aunque la respuesta parezca obvia, no fueron los 465 minutos sin hacer goles, la impaciencia de la gente ni el bajo nivel de juego lo que hizo que el Negro dé un paso al costado, sino un llamado de Daniel Passarella apenas finalizado el partido, en el que el Kaiser le mostró su descontento con el funcionamiento del equipo. Astrada, quien siempre contó con el apoyo y la confianza de Passarella, se sintió desprotegido entre tantas pálidas y dijo adiós, sumando un nuevo problema a la marea de conflictos que tiene Ríver y dejando al equipo sin técnico a cinco fechas de la finalización del torneo.
¿Reemplazos? Suenan Angel Cappa y Ramón Díaz, aunque es algo prematuro hablar de nombres.
Lo cierto es que este alicaído Ríver tiene un nuevo motivo para preocuparse, porque cuesta creer que un interinato pueda cambiar en algo el funcionamiento de un equipo que no tiene identidad y que tiene una carencia de gol importantísima. En definitiva, Ríver continúa navegando en su mar de tempestades y encima ahora lo hace sin capitán, cada vez más a la deriva.

*Cabe destacar que esta crónica fue escrita apenas sabida la noticia de que Astrada no era más el DT de Ríver. Horas después, se supo que el llamado de Passarella no fue sólo para mostrar su disgusto, sino que también sirvió para comunicarle a Astrada que sería destituído de la dirección técnica del club.

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