viernes, 9 de abril de 2010

Por el suelo


La imagen de la patada criminal del colombiano Bonilla a Facundo Bertoglio ilustra claramente el presente y el futuro de Boca Juniors: impotente, oscuro y abajo, muy abajo.
Abel Alves había dicho que irían con la cabeza alta a ganar a Santa Fe, pero quince minutos antes de empezar el partido se le ocurrió decirle a Javier García que no sería titular y estalló la debacle: bronca, insultos por parte del arquero, internas en pleno vestuario, papelón dentro del campo, goleada en contra y renuncia del DT en plena madrugada.
Los tres cachetazos que recibió ayer el conjunto de la Ribera demuestran que lo de Boca no es una crisis más. Sólo 11 puntos sobre 39 en juego, ante último en la tabla de posiciones, sin técnico, dirigentes que no pegan una y jugadores que muestran un nivel paupérrimo hacen pensar que a Boca le va a costar y mucho salir de este caos en el que está inmerso.
Para peor, la dirigencia quiere que Guillermo Barros Schelotto se haga cargo del plantel como solución a los problemas, sin contar que eso implicaría la posible salida de un referente como Juan Román Riquelme, a quien el Mellizo ya se sabe que no tendría en cuenta. En fin, la solución inmediata propuesta por Ameal y compañía no haría más que traer un nuevo problema al vapuleado mundo Boca.
Finalmente están los hinchas, que si bien no insultan a coro a sus jugadores como sus primos de Ríver, están llegando al límite de su paciencia y ya no se bancarán más papelones como el de ayer.
Seguramente, la mayoría de ellos estará pensando: "Volvé, Basile, te perdonamos".

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