domingo, 13 de junio de 2010

No le pesó el traje


La mochila de ser candidato parece estar cada vez más pesada para los favoritos a ganar el Mundial. Lo mostró Francia, que no pudo quebrar a un insulso Uruguay. Lo sufrió Argentina, que a pesar de haber ganado tuvo que sufrir hasta el final. Lo confirmó Inglaterra, que tuvo que conformarse apenas con un empate hasta Estados Unidos. Pero siempre hay una excepción a la regla, en este caso, la Selección alemana, que pasó por encima a Australia y dio una verdadera cátedra de fútbol, como para dejar bien en claro que tienen potencial de sobra para acceder a su octava final en Mundiales.
El partido fue desparejo desde el arranque. Australia tuvo sólo una situación de riesgo, apenas comenzado el partido y absolutamente nada más. A los ocho minutos, una excelente jugada colectiva terminó con un potente zurdazo de Lucas Podolski, quien abrió el marcador y dio paso a lo que terminaría siendo una demostración absoluta de lo que hay que hacer adentro de una cancha.
Empezando por Philipp Lahm, incansable capitán y constante salida por la izquierda del equipo (él fue quien mandó el centro para que Klose convirtiera de cabeza el segundo gol), siguiendo por Swasteinger y Muller, que coparon el mediocampo y llevaron siempre peligro al pobre arco australiano (Muller convirtió el tercero tras una jugada colectiva exquisita). Finalmente, de tres cuartos de cancha para adelante estuvo lo mejor de Alemania (si es que hubo algo peor). Mesut Ozil, jugador del Werder Bremen que está disputando su primer Mundial, se cansó de habilitar a los delanteros, Klose y Podolski, con milímetricos pases que siempre llegaron a destino. Fue Ozil, con una desfachatez pocas veces vista en un jugador alemán, el encargado de darle frescura al ataque del equipo de Low. Finalmente, tanto Klose como Podolski y posteriormente Cacau y Mario Gómez (el brasileño convirtió el cuarto tras empujar a la red una gran habilitación de Ozil), fueron una constante referencia en el área australiana para volver locos a los defensores, que todavía deben estar intentando encontrar la pelota.
En definitiva, a pesar de la debilidad del rival, Alemania demostró que tiene todavía más potencial que el Mundial pasado, cuando llegó a la semifinal. Con este panorama, habrá que ver cómo responden los candidatos que todavía faltan debutar, para determinar si alguno tiene, por lo menos en rendimiento, aunque sea un poco de lo tanto que mostraron los teutones en su primer partido.

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