viernes, 18 de junio de 2010

Poné a los hooligans


Ya no sabe qué hacer Fabio Capello. Es más, en estos momentos, debe estar buscando un lugar para esconderse, o una pala para enterrarse lo más profundo posible. Es que su equipo, aquel al cual se cansó de tirarle flores, parece no encontrar el rumbo y sumó su segundo empate en la Copa, esta vez ante el modesto Argelia, que hasta pudo haber ganado el partido si se animaba un poquito más.
En un partido que tuvo la particularidad de que los técnicos de ambos equipos decidieron cambiar a sus arqueros titulares respecto del anterior encuentro por sendos errores groseros, llamativamente fue Argelia quien dominó los hilos, sobre todo en el primer tiempo. De la mano de Ziani, un interesante y rápido mediocampista, los africanos se le animaron a esta pálida versión inglesa, que nunca encontró el rumbo del partido. Sus volantes estrella, Lampard y Gerrard, jamás le encontraron la vuelta al encuentro y el marketinero Wayne Rooney no gravitó en lo más mínimo, dejando a las claras el profundo déficit futbolístico que sufren los europeos por estos días.
En la segunda mitad, Inglaterra dispuso de alguna que otra aproximación y se animó un poco más con los ingresos de Wright-Phillips y Defoe, pero Argelia sumó a su buena producción ofensiva una correcta labor en la defensa, y el arco defendido ahora por Mbohli nunca estuvo en serio riesgo. Sobre el final, como contra Estados Unidos, Capello tiró su manotazo de ahogado y puso al grandote Crouch para aunque sea capturar algún ladrillo que le tiren los volantes, pero esto obviamente tampoco le resultó.
En el futuro inmediato de Inglaterra se viene Eslovenia, sorpresivo líder del grupo con cuatro puntos. Para clasificar a octavos sin depender de nadie, los de Capello deberán vencer sí o sí a los eslovenos. Cualquier otro resultado lo haría depender de cómo salgan estadounidenses y argelinos en el otro encuentro.

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