Es sabido, el Mundial está ahí, casi palpable, al alcance de nuestras manos. Y si bien la algarabía y la tensión que provoca la cercanía al puntapié inicial se viven en cada rincón del Mundo, es Sudáfrica el país que goza del privilegio que significa recibir un evento de tal magnitud por primera vez en su historia, y también en la de su continente.
Para demostrar ese orgullo de albergar al espectáculo más esperado por el mundo entero, el Gobierno sudafricano declaró este miércoles un asueto de una hora durante el mediodía para todos los trabajadores del país, de manera que el pueblo sudafricano se una en una sola voz ante todo el planeta. La original forma de hacerse sentir fue mediante la vuvuzela, la tradicional corneta sudafricana, de moda por estos días, que llama la atención de propios y ajenos. Durante un minuto, todo el pueblo sudafricano hizo tronar sus vuvuzelas, provocando un ruido estremecedor que se sintió en cada rincón del país anfitrión. De esta forma, los hinchas mostraron su alegría ante el mundo entero, y a la vez brindaron su apoyo a la Selección local, denominada popularmente "Bafana Bafana".
Lo cierto es que este peculiar objeto ya está en el eje de la polémica, ya que varias fueron las selecciones que mostraron su descontento y preocupación con su uso durante los partidos del Mundial. El primero en alzar la voz fue el técnico alemán, Joachim Low, quien luego de soportar a 3 mil fanáticos y sus vuvuzelas durante un entrenamiento sugirió la idea de que sus jugadores jueguen los partidos con algún tipo de tapón para sus orejas, para evitar desconcentraciones.
Desde Inglaterra también llegaron voces en contra del uso de las vuvuzelas. Según la BBC londinense, "su sonido es grave y fuerte, pero cuando son miles quienes la tocan es como si una abeja gigante estuviera revoloteando el estadio".
Con la polémica instalada, los más buscados fueron los jugadores mexicanos, rivales de los Bafana Bafana en el partido inaugural, para conocer los recaudos que piensan tomar para evitar desconcentraciones. Sin embargo, desde el búnker mexicano aseguraron que sólo están concentrados en hacer su fútbol y no piensan hacer ningún tipo de preparación para soportar el intenso ruido de la afición sudafricana.
La realidad es que este tema ya comenzó a hacer ruido cuando algunas selecciones participantes de la Copa Confederaciones del año pasado emitieron quejas acerca del uso de este objeto. En aquel momento, la FIFA rechazó todo tipo de reclamo y aseguró que la vuvuzela es parte de la historia del país y del continente, y que prohibirla sería una violación a la idiosincrasia sudafricana, por lo que estarán presentes en todos los partidos del Mundial. A acostumbrarse, nomás.
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