lunes, 28 de junio de 2010

Si no la empata, la Ghana*


La mejor forma de explicar la victoria de Ghana sobre Estados Unidos es tan simple como verídica: hizo los goles cuando tenía que hacerlos...y punto. Al comienzo del partido, cuando todavía los hinchas se estaban acomodando en la tribuna, y apenas empezado el tiempo suplementario, aprovechándose de la ingenuidad de los defensores estadounidenses. De esta forma, Ghana se metió por primera vez en su historia en los cuartos de un Mundial y mantiene vivo el sueño de un continente que se quedó sin cinco de sus seis representantes en la primera ronda.
En el partido que menos prometía de la llave de octavos (por lo menos en los papeles) el conjunto africano supo pegar primero (Boateng anotó tras una gran corrida) y después se dedicó a cuidar el resultado. El plan le funcionó durante todo el primer tiempo, pero en el complemento, Dempsey fue derribado en el área y el árbitro sancionó el evidente penal. El histórico Donovan cambió la pena máxima por gol y Estados Unidos consiguió la igualdad que había buscado durante todo el partido.
A partir de ahí se armó un nuevo encuentro. Ghana entendió que debía salir del fondo y comenzó a atacar. Estados Unidos se replegó pero aprovechaba los huecos que dejaban los africanos en defensa y avisaron con un par de ocasiones que no llegaron a concretar. Estaba para cualquiera de los dos.
Y así llegó el tiempo extra. Dicen que quien pega primero, pega dos veces. Y vaya si lo sabrá Ghana, que volvió a marcar por intermedio del goleador Gyan en el amanecer de la etapa y sólo tuvo que cuidarse de no cometer errores en el fondo para cumplir la hazaña. Ya sin replegarse, los morochos decidieron cuidar la ventaja con la posesión del balón, técnica que le funcionó a la perfección y que hizo que los dirigidos por Bob Bradley no se acercaran con peligro a su arco en lo que quedaba de partido. El pitazo final del árbitro desató la fiesta de la mayoría del estadio y la decepción de Bill Clinton, que miró el partido desde la platea.
Ghana, que ya hizo historia, deberá ahora verse cara a cara con el embalentonado Uruguay de Oscar Tabárez, que viene con la autoestima por las nubes. Sin embargo, los africanos ya demostraron que no regalan nada y que quieren seguir con la bandera del continente en alto. Ahora son más locales que nunca.

*Crédito del título a mi hermana y editora personal, María Marta Rodríguez Denis.

1 comentario:

  1. Co-autoría en el título esta vez.
    ¿Te paso el del próximo post?: "México quedó Guardado" o "Fue sin querer queriendo". Aunque la verdad que el Olé nos está pisado los talones. El de "La Tevez adentro" es formidable.
    De nada,
    La editora

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